Acceso rápido:

Ir directamente al segundo nivel de navegación (Alt 3) Ir directamente al primer nivel de navegación (Alt 2)

La escena alemana del cómic en 2019
Historia con gracia, presente con profundidad

Quien todavía no tenga suficiente con el éxito de televisión “Berlin Babylon” puede disfrutar del Berlín de los años 20 de Volker Kutscher también en formato de cómic.
Quien todavía no tenga suficiente con el éxito de televisión “Berlin Babylon” puede disfrutar del Berlín de los años 20 de Volker Kutscher también en formato de cómic. | Foto (detalle): © Arne Jysch / Carlsen Verlag

En Alemania aumenta el número de publicaciones nuevas de cómics – no en última instancia gracias a un grupo de jóvenes artistas, quienes provienen directamente desde las Escuelas Superiores de Bellas Artes al mercado editorial. Se concentran en temas sociopolíticos actuales, así como en personalidades históricas.
 

De Ralph Trommer

El Muro de Berlín ha vuelto. Al menos en forma de cómic. El dibujante berlinés Flix alias Felix Görmann lo ha reconstruido en Spirou in Berlin (Spirou en Berlín) para hacer viajar al héroe de la historia hacia Berlín del Este de finales de los años 80. Al término del álbum – así es como se les llama a las publicaciones encuadernadas de cómics – se vislumbra la Reunificación (Wende), finalmente no sin la influencia de Spirou, y con ello se introduce el fin del Muro. Lo peculiar en este álbum: Como primer dibujante alemán, Felix ha podido trazar y caracterizar al ícono del cómic franco-belga, la figura surgida en 1938 del botones Spirou.

Su colega berlinés Mawil (Markus Witzel) obtuvo poco después por igual la oportunidad de caracterizar nuevamente a un clásico del cómic belga al crear una nueva historia en torno al popular héroe de películas del viejo oeste Lucky Luke. Lucky Luke, quien siempre puede sacar su revólver más rápido que su sombra, fue concebido por Morris (Maurice de Bévère). Ambos dibujantes alemanes han tenido éxito con sus entrañables homenajes, los cuales se caracterizan por una riqueza de alusiones – por ejemplo, a la historia del cómic – y de este modo se dirigen tanto a seguidores acostumbrados de series de cómics como también a nuevos lectores.

De la novela gráfica al manga

La escena del comic alemán no puede definirse hoy por medio de un estilo homogéneo o de una temática específica. Más bien se compone de una variedad que comprende tanto géneros como formas de relato completamente diferentes. Ya sea que se trate de novela gráfica de crítica social, biografía, cómic clásico, manga, reportaje en cómic, o historia alternativa excéntrica – todos tienen un lugar.
 
Es notoria la creciente cantidad de nuevas publicaciones. Además, también contribuyen muchos jóvenes artistas, la mayoría provenientes de las Escuelas Superiores de Bellas Artes, quienes presentan obras nuevas en, por decir, la editorial Jaja, en Reprodukt, Rotopol o en Avant. Hanna Gressnich por ejemplo apuesta por un trazo acentuado y minimalista para contar en Hanno de una manera conmovedora el desarraigo, contado históricamente, de un elefante indio en el siglo XVI, el cual fue trasladado hacia Europa como un presente para el Papa. En Girlsplaining Katja Klengel dibuja con un estilo relajado, provisto de elementos del manga, columnas de cómic autoirónicas en torno a los clichés sexuales a los que se enfrenta todos los días.

El dibujante Mikael Ross pudo financiar mediante una beca para creación de cómic el trabajo en su conmovedora y visualmente expresiva novela gráfica Der Umfall. En ella relata en episodios – basado en investigaciones en instituciones de asistencia para personas discapacitadas – acerca de Noel, un adolescente con deficiencias mentales. Del lado del relato documental y experimental la dibujante Paula Bulling analiza en Im Land der Frühaufsteher los problemas de los refugiados en Sajonia-Anhalt. En el volumen reciente Lichtpause hace poéticamente un bosquejo en cuadros impresionistas, iluminados con lápices de colores, de un día en Argel, y recurre a la vez a sus propias observaciones durante sus largas estancias en el país.

  • La bici en lugar de Jolly Jumper: El dibujante berlinés Mawil pudo reinterpretar al vaquero belga Lucky Luke. Foto: © Lucky Comics, 2019. All Rights Reserved – by Mawil
    La bici en lugar de Jolly Jumper: El dibujante berlinés Mawil pudo reinterpretar al vaquero belga Lucky Luke.
  • Igualmente un clásico belga: El botones Spirou emprende un viaje al Berlín de la época de la Reunificación y contribuye a la caída del Muro de Berlín. Foto: © Carlsen Verlag
    Igualmente un clásico belga: El botones Spirou emprende un viaje al Berlín de la época de la Reunificación y contribuye a la caída del Muro de Berlín.
  • Quien todavía no tenga suficiente con el éxito de televisión “Berlin Babylon” puede disfrutar del Berlín de los años 20 de Volker Kutscher también en formato de cómic. Foto (detalle): © Arne Jysch / Carlsen Verlag
    Quien todavía no tenga suficiente con el éxito de televisión “Berlin Babylon” puede disfrutar del Berlín de los años 20 de Volker Kutscher también en formato de cómic.
  • El protagonista de la novela gráfica de Schwartz “Ikon” es el pintor de íconos Gleb Botkin, un superviviente de la masacre perpetrada contra la familia del zar en julio de 1918. Foto: © avant-Verlag
    El protagonista de la novela gráfica de Schwartz “Ikon” es el pintor de íconos Gleb Botkin, un superviviente de la masacre perpetrada contra la familia del zar en julio de 1918.
  • Sobre la vida con una deficiencia mental relata la historia de Mikael Ross “Der Unfall” (“El accidente”). Foto: © avant-Verlag
    Sobre la vida con una deficiencia mental relata la historia de Mikael Ross “Der Unfall” (“El accidente”).
  • •	¿Cómo viven los refugiados en Sajonia-Anhalt? Paula Bulling plantea esta temática en „Im Land der Frühaufsteher“ (“En la tierra de los madrugadores”). Foto: © avant-Verlag
    • ¿Cómo viven los refugiados en Sajonia-Anhalt? Paula Bulling plantea esta temática en „Im Land der Frühaufsteher“ (“En la tierra de los madrugadores”).

Viaje al pasado

Muchos artistas tratan de combinar relatos basados en hechos históricos con dibujos laboriosos. Un ejemplo de ello es Arne Jysch, quien con Der nasse Fisch adapta una novela policiaca de Volker Kutscher. En sus dibujos naturalistas a tinta china se ocupa con especial cuidado de la representación con precisión histórica del Berlín de los años 20. De manera similar han procedido también los recién llegados Patrick Spät y Bea Davies al adoptar a Gregor Gog en König der Vagabunden, quien en la República de Weimar entre otras cosas inició la “hermandad de los vagabundos” y el congreso de los vagabundos hasta que cayó en el radar de los nacionalsocialistas. Como Jysch la dibujante Bea Davies trabaja en blanco y negro e investiga meticulosamente el aspecto de aquella época y qué vestuarios se usaban.

También el dibujante Simon Schwartz, quien transforma su origen alemán oriental en la novela gráfica drüben! ha colocado de nuevo, después de Packeis y Vita Obscura, a una figura histórica en el centro de su novela gráfica Ikon: Se trata del olvidado pintor de íconos Gleb Botkin, quien fue testigo y superviviente de la masacre perpetrada contra la familia del zar ruso en julio de 1918 y más tarde apoyó a la “falsa Anastacia”, Franziska Czenstkowski. En su trabajo más reciente Das Parlament Schwartz retrata a una selección de representantes legislativos alemanes desde 1948, cada uno en una página, con agudeza y gracia sutil. La exposición correspondiente fue por cierto la primera exposición de cómic en el Parlamento Alemán. El artista mismo lo llamó un “espaldarazo” para el cómic alemán, un reconocimiento por mucho tiempo pendiente con esta forma artística.

Top