Proyección de Trabajo ocasional de una esclava (1973), un clásico del Nuevo Cine Alemán de Alexander Kluge.
Roswitha mantiene a su esposo y a sus tres hijos realizando abortos hasta que es denunciada. De ahora en adelante su marido debe generar ingresos y ella comenzar a buscar nuevas actividades.
Introducción y debate posterior a cargo de la cineasta alemana
Nele Wohlatz.
El Cine Club Alemán tiene lugar el primer martes de cada mes.
Martes 1° de octubre - 19 h
Trabajo ocasional de una esclava
Director: Alexander Kluge, s/w, 91 min., 1973
Roswitha Bronski, casada, con tres hijos, tiene un consultorio médico de abortos. Con sus ingresos mantiene a su esposo estudiante y aspira a "poder tener otros hijos". Con chocante exactitud el realizador muestra en el comienzo del filme las actividades de Roswitha, pero el problema del aborto no es el tema central de la película. Kluge analiza en el caso de Roswitha Bronski el papel de la mujer en la familia y en la sociedad.
Roswitha Bronski es un personaje contradictorio: en casa es un ser oprimido por su esposo patriarcal y sus hijos tiranos, que no se atreve a sublevarse; en cambio, fuera es una luchadora. En el fondo, Roswitha es una figura artificial, mediante la cual el director busca articular sus críticas a la tendencia a no solucionar los problemas allí donde surgen —en la esfera privada, en la familia— sino en su proclividad a proyectarlos hacia fuera, es decir "a solucionar en China un problema que es actual en su propia cocina".
Trabajo ocasional de una esclava es una película plena de contradicciones, cargada de preguntas sin respuesta, pero es igualmente una película humorística, cómica, que sigue estimulando la fantasía y la reflexión del espectador.
Regresar
