Construir más allá de las fronteras - proyectos de arquitectos alemanes en el extranjero

De acuerdo a una estimación de la red Architekturexport, un cinco por ciento de los estudios de arquitectos alemanes realiza actualmente proyectos en el extranjero, los cuales generan en promedio un diez por ciento de su facturación. Y no se trata solo de las grandes oficinas, cuyos nombres suelen aparecer en las páginas de los diarios vinculados a emblemáticos proyectos en China o los Emiratos Árabes Unidos. Ya desde hace mucho tiempo, no pocas asociaciones medianas y pequeñas de arquitectos e ingenieros están también planificando y construyendo a nivel internacional.

Por lo general, es la casualidad la que lleva a estos profesionales a tomar contacto con sus futuros clientes, en el contexto de un viaje o de una conferencia especializada en arquitectura. En la mayoría de los casos, además, se trata de proyectos que dan gran protagonismo al contexto local en el que se insertan, sea a nivel de los actores involucrados, los materiales de construcción utilizados o el diseño escogido. A continuación, cuatro estudios y sus obras en Abu Dhabi, Bangladesh, Burkina Faso, Chile y Ruanda.



El estudio berlinés de arquitectura e ingeniería Ziegert Roswag Seiler restauró el histórico fuerte de barro de Al Jahili en Abu Dhabi para transformarlo en un museo. El proyecto había sido encargado por el Jeque Sultán bin Tahnoon Al Nahyan, quien llegó a la inauguración acompañado de una gran escolta y cuatro camellos. Además, el Museo Alemán de Arquitectura de Frankfurt distinguió a este fuerte emplazado en un oasis como una de las 26 mejores obras arquitectónicas alemanas de 2009.

Técnicas sustentables de construcción

El arquitecto Eike Roswag y los ingenieros civiles Christof Ziegert y Uwe Seiler son famosos y muy solicitados en todo el mundo por sus conocimientos en construcción en barro. En Abu Dhabi ya están realizando con este material su próximo proyecto, un lujoso restaurante.

"Nosotros ofrecemos soluciones eficientes que consideran un uso responsable de los recursos y constituyen una solución sustentable y económica para el usuario, una construcción digna." Así describe este trío de profesionales su filosofía de trabajo. Tanto en Alemania como en cualquier otro lugar, ellos buscan métodos de trabajo que respeten el entorno y las tradiciones arquitectónicas locales, desarrollando a partir de allí técnicas y formas sustentables de construcción. Por otro lado, se tiene como objetivo proyectar construcciones adecuadas a las necesidades medioambientales, ecológicas y económicas del lugar.

La escuela construida en 2005 por Eike Roswag junto a la arquitecta Anna Heringer en Rudrapur/Bangladesh es un claro ejemplo de estos principios. El primer piso tiene gruesas paredes de barro, mientras que la planta superior está hecha de bambú. Ambos utilizaron materiales de construcción típicos del lugar, pero los arquitectos realizaron perfeccionamientos técnicos a los métodos de construcción tradicionales, como por ejemplo, el uso de una nueva modalidad de unión de las cañas de bambú, que tiene como ventaja un mantenimiento más fácil. La "School Handmade" (Escuela hecha a mano) fue construida con la colaboración de artesanos locales. Los niños y los profesores, por su parte, fabricaron los rollos de paja para los dinteles de las puertas y ventanas, y de esa manera, también formaron parte en el proyecto.

Participación activa de la población local



El trabajo en equipo también juega un papel importante para el arquitecto Diébédo Francis Kéré, proveniente de Burkina Faso y formado profesionalmente en Alemania. Desde su oficina en Berlín realiza proyectos en Yemen, India, España y en su país natal, donde participa especialmente en la construcción de escuelas. "Construir solo una casa no representa un gran aporte ", dijo en una entrevista publicada en 2008 en el libro Bessere Zukunft? Auf der Suche nach den Räumen von Morgen (¿Un futuro mejor? En busca de los espacios del mañana) de la editorial Merve. Su experiencia le ha mostrado que los proyectos de desarrollo solo pueden lograr sustentabilidad económica y cultural (arquitectónica), cuando la población local colabora activamente en ellos. Además, con la construcción de escuelas, Kéré ha comprobado que el uso de un material tradicional como el barro de la mano de nuevos principios de técnicos, permite construir edificaciones de gran calidad en términos de climatización interior.

En otro rincón del mundo, Ralf Pasel y Frederik Künzel, dos arquitectos alemanes residentes en Rotterdam, tuvieron a su cargo el diseño de viviendas sociales para una ocupación ilegal de terrenos en la ciudad de Temuco, al sur de Chile. El proyecto, realizado para la empresa local Elemental S.A., contemplaba la construcción de 414 casas y fue elaborada sobre la base de un estrecho trabajo con la comunidad residente. El diseño consideraba la construcción de módulos de tres pisos, de 1,20 m de frente por 8 m de fondo, con una escalera, un pequeño baño y todas las conexiones de servicios. Estas unidades básicas eran independientes, disponían de puertas y ventanas y podían ser habitadas de forma inmediata. Sin embargo, la propuesta admitía también la posibilidad de ampliación de las viviendas, por medio de la construcción del espacio entre módulos, de tres metros, pudiendo aumentar en un quinto la superficie de las casas.

Inversión en lugar de ayuda al desarrollo

Mientras en Temuco el objetivo era optimizar los recursos para la construcción de viviendas sociales dignas, en Kigali, el protagonista es el lujo. 230 millones de dólares es el presupuesto del proyecto que el arquitecto bávaro Roland Dieterle está construyendo en la capital de Ruanda. El proyecto, realizado en conjunto con un equipo de contratistas especializados, consiste en la construcción de un centro de conferencias y un museo. Adicionalmente, se está levantando un lujoso complejo hotelero a orillas del lago Kivu en el oeste del país. Siguiendo el modelo de Dubai y Singapur, el gobierno de Ruanda quiere transformar al país en una plataforma de servicios en África Oriental, desarrollando un buen clima de inversión y potenciando el sector terciario. De hecho, el contacto con el arquitecto alemán se generó durante una conferencia en Dubai. Dieterle, quien apuesta por la "inversión en lugar de la ayuda al desarrollo", ha producido películas promocionales para ambos proyectos que cuentan con capitales africanos y chinos, y que serán materializados por una empresa constructora china. En este caso, la relación del diseño con lo local, se ha reducido a una inspiración en los colores y materiales típicos del país para logar un lenguaje cromático y formal en las edificaciones. Dieterle advierte sin embargo, que la población local no ha sido pasada por alto, destacando la plaza pública con que contará el centro de convenciones, el museo histórico nacional que forma parte también del proyecto y, sobre todo, los puestos de trabajo que se crearán en torno al funcionamiento del centro.

Los arquitectos que se aventuran a trabajar fuera del país se abren a nuevos mercados, otras culturas y a la posibilidad de llevar a cabo proyectos fuera de lo común. Un elemento decisivo en estos procesos es el diálogo productivo con el cliente y los usuarios.