Multilingüismo
Apreciado en silencio y poco fomentado

El multilingüismo está lleno de oportunidades.
El multilingüismo está lleno de oportunidades. | © shironosov/Thinkstock

En Alemania, cuando se habla de multilingüismo, se habla por lo general de alemán más inglés, pocas veces de turco o árabe. Pero los hijos de familias migrantes crecen en ambientes bilingües y hablan turco o árabe tan bien como alemán. Este es un recurso valioso, pero para su fomento falta un concepto claro.

En Alemania se considera una señal de calidad que los niños aprendan sus primeras palabras de inglés ya en el jardín infantil. Es mucho menos usual que los pequeños tengan contacto en el jardín infantil con lenguas como turco, árabe, polaco, italiano o rumano, si bien en Alemania la mayoría de migrantes provienen de países en los que se hablan estas lenguas.

“Hay una valoración distinta de los idiomas. En Alemania se aprecia que un niño crezca en ambientes en los que se habla alemán e inglés. Pero si un niño habla una lengua que no tiene mucho prestigio, tanto el pequeño como la familia son vistos muchas veces con escepticismo”, dice Anja Leist-Villis, investigadora del tema de bilingüismo y fundadora de la red “Zweisprachigkeit.net”. Esta desventaja se impone de inmediato también en la vida laboral. El prestigio de un idioma tiene un papel central también en el sistema educativo. “Entre menos se fomenta el aprendizaje de una lengua en la escuela, es mayor la impresión social de que aquella lengua no debe ser fomentada. De este modo, la mala reputación de una lengua se establece aún con mayor fuerza”.

Entrenamiento para educadores

En Alemania, el fomento del bilingüismo y el multilingüismo aún no es algo obvio. Así, el tema ni siquiera es una parte establecida de la educación de los educadores mismos. Por este motivo, Anja Leist-Villis ofrece cursos para educadoras y educadores. Según explica la lingüista, en muchas instituciones educativas y puestos de trabajo hace falta aún un concepto para el fomento del multilingüismo.

Y sin embargo, la competencia de personas con dos lenguas maternas es vista con aprecio, pues aquella capacidad permite crear puentes en situaciones cotidianas. Pero aún es vista solo con un aprecio silencioso. Desaprovechar esa capacidad es desaprovechar sabiduría y competencia importantes. A esta conclusión ha llegado una y otra vez Bernd Meyer, de la Universidad de Hamburgo, en sus investigaciones sobre comunicación intercultural. En su estudio El empleo del multilingüismo de personas con trasfondo migrante, aparecido en 2009, le dedica todo un capítulo a las “consecuencias de la ausencia de fomento del multilingüismo en ambientes laborales”. Su conclusión reza: las empresas que no invierten en trabajadores con varios idiomas como lengua materna, desaprovechan posibilidades en la exportación o el cultivo de relaciones de negocios en países extranjeros, pero también en la explotación adecuada del mercado interno alemán. Así mismo, también en lo relativo a la fidelización de clientes, imagen y mercadeo, se desaprovechan posibilidades muy valiosas.

Un puente cotidiano

Jeyan Chalak tiene la función de crear puentes día a día. Cuando la ingeniera electrónica vino a Alemania desde Irak en 1996, experimentó cuán difícil puede ser llegar a un país con una lengua y una cultura desconocidas. Pero aprendió rápidamente alemán y se convirtió en traductora profesional. Hoy Jeyan Chalak trabaja en el servicio de apoyo social “Juventud, educación, migración” en la ciudad de Reutlingen, y apoya voluntariamente a migrantes durante sus diligencias burocráticas.

En muchos campos profesionales se necesitan trabajadores que puedan solucionar problemas rápidamente cuando se requieren conocimientos de idiomas. Ese es el caso del alemán-tunecino Nizar Bou-Sandal. Nizar se crió en una familia bilingüe y habla fluidamente tanto alemán como árabe. Trabajó durante algunos años como comerciante industrial antes de empezar a trabajar como consejero en la oficina de trabajo. “Hablar alemán y árabe me beneficia muchísimo. Durante largo tiempo debí aconsejar a clientes provenientes de Irak y de Siria. Solo con alemán e inglés no habría podido llegar muy lejos.”
 
Bernd Meyer: Herkunftssprachen als kommunikative Ressource? Am Beispiel der Kommunikation im Krankenhaus. (“¿Idiomas maternos como recurso comunicativo? El ejemplo de la comunicación en clínicas”). En: B. Haider (ed.) Baustelle Mehrsprachigkeit. Herausforderung für Institutionen und Unternehmen. Edition Volkshochschule: Viena 2013, p. 123-136.