Dirección: Christian Klandt, 2019, 116 min
En junio el tema de las películas son los lugares
Leif in Concert (2019)
Dirección: Christian Klandt
: Lucia Chiarla
Subtítulos en español
Ingreso libre, sin inscripción
Es el primer día de trabajo de Lene en el Jazz-Blues-Bar, en el que ya había trabajado anteriormente, tras haberse tomado una larga pausa profesional. Pasan por aquí proveedores, músicos, amigos y conocidos igual que la ilustre clientela fija y por la noche toca el músico danés Leif (alias Poorboy). Una declaración de amor al microcosmo de un bar, a sus historias y personajes. Todo rodado desde la mesa de al lado.
Más sobre la película
Un bar es un lugar especial: Lene se había tomado una pausa, pero ha vuelto a su puesto detrás de la barra del Jazz-Blues-Bar, igual que antes. Para esta tarde especial ha contratado al músico danés Leif (alias Poorboy) que entretanto había conocido. Durante el día pasan por el bar proveedores, otros músicos para ensayar, amigos y conocidos acuden al local igual que la clientela fija exclusiva como el batería de la banda Die Ärzte Bela B. Felsenheimer, Tilo Prückner, Jule Böwe y el biólogo criminalista y animador educativo Dr. Mark Benecke. Las grotescas historias y conversaciones alrededor del bar tratan del pop de elfos, móviles invisibles o larvas que se alimentan de cadáveres; y nosotros podemos escucharlas desde la mesa de al lado en cierto sentido. Entre las once de la mañana y la una de la noche tiene lugar esta declaración de amor a los bares-bodega cargados de humo, a sus historias y personajes, no importa de qué tipo: para unos es como el salón de su casa, para los otros un escenario para todo tipo de actuaciones, un mundo propio independiente del mundo fuera del bar, un microcosmo y a la vez un universo; por eso es lógico que la película, a veces excelentemente improvisada, no salga de su lugar de rodaje poco iluminado para mantener la magia.
Comentario de prensa:
”Las historias y las vidas de los clientes y empleados del bar, aunque sean completamente diferentes, se juntan en este lugar por medio de Lene y la música. Y cada uno de esos pequeños acontecimientos es una parte de la gran historia de Lene, de esa familia que convierte ese bar-bodega cargado de humo en el lugar más bonito del mundo.
Pero no todo en la vida de Lene es pura armonía. Hay decisiones y conflictos de los que intenta escabullirse. ¿Qué camino tiene por delante? ¿Y qué pasa si el concierto no puede tener lugar, si una pequeñez pone en peligro todos sus planes?
(…) Aquí todos tienen relaciones entre ellos incluso si es la primera visita y uno se encuentra sentado solo en una esquina. Aparecen personas, se encuentran e interactúan o no, influencian, rozan o ponen en marcha las historias de otros personajes. Leif in Concert es el retrato de un bar musical y sus personas con sus temas globales y ansiedades. Y sobre todo es la historia de una joven detrás de la barra de un bar que intenta encontrar su lugar en la vida.” (Martina Uckermann, Kölner News Journal, 17.6.2019)
”(…) es Jueves Santo y es de temer que la prohibición de bailar impida el concierto planeado. Lene, la dueña del bar tiene que decidir si quiere ignorarla y aprovechar la ocasión para cambiar la dirección de su vida. Luise Heyer hace de Lene en Leif in Concert, una oda a los bares locales, con mucha calidez, energía y todo su talento de expresar estados de ánimo difíciles de entender. Y es una gozada observarla cómo lleva el bar, es decir, la película que casi ‘revienta’ por la cantidad de contenido y de dialogo que le dio Christian Klandt. Por el bar también pasa Godehard Giese haciendo de vinatero con un ‘peligroso’ encanto.” (Alexandra Seitz, Berliner Zeitung, 5.7.2019)
”Un bar como microcosmo para una sociedad entera no es ninguna novedad en los cines. Un bar como microcosmo para una sociedad multicultural contada de manera muy simple, más allá de distopías atraídas por palabras de manera demagógica, es encantador. Martin Lischke, el productor dio la posibilidad a su director Christian Klandt, de poner en escena esa cálida y apasionada reverencia ante una gran individualidad humana y el cabaré, con una financiación y un reparto inusual, de manera rápida pero también convincente y realmente divertida. Todas las piezas parecen encajar. Llama la atención que la cámara no llame la atención, el montaje es fenomenal, la música no sólo es importante sino increíblemente buena. Bajo circunstancias seguramente poco fáciles Martin Lischke creó el margen para un verdadero reparto coral, delante y detrás de la cámara.” (Förderpreis Neues Deutsches Kino, filmportal.de, 8.7.2019)
Por Frederik Lang
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