Cortometrajes exhibidos en diferentes secciones del Festival de Berlín exploran ritmos y tiempos que van a contracorriente de la aceleración de la vida cotidiana contemporánea.

Tiempo de luto

Anba Dlo, una coproducción de Brasil, Cuba y Haití, con guión y dirección de Luiza Calagian y Rosa Caldeira, compite por el Oso de Oro de la sección de cortometrajes en esta Berlinale 2025. La película se centra en Nadia, una bióloga haitiana que vive y desarrolla una investigación en Cuba sobre la flora y fauna local. Al enterarse de la muerte de su antiguo amor en Haití, el personaje pasa noches sin dormir y debe decidir si volverá a su país para el funeral. Con toques de realismo mágico, manifiestos en los susurros del bosque y en una presencia misteriosa que surge de un lago, la película se desarrolla en el tiempo íntimo de Naida y en sus pocas interacciones con dos amigos suyos. Hablado mayormente en criollo haitiano, pero también en castellano, el drama de Nadia, que tiene referencias a la santería cubana, está narrado de forma delicada aunque intensa. Se destaca la actuación de Berline Charles, en el papel protagónico, y la dirección de fotografía, que consigue captar el proceso de luto de Nadia en una película oscura, que transcurre sobre todo de noche y, sin embargo, logra no ser sombría El luto por un padre que salió de casa es el tema de fondo del corto brasilero Arame farpado (Alambre de púas). Cuando intentan rayar el camión del padrastro, Angélica, de 12 años, y su hermano menor terminan causando una accidente grave con una ciclista. Con ayuda de Evita, la hermana mayor, llevan a la mujer accidentada al hospital. Durante la espera en el servicio de urgencias, los matices de los problemas familiares se plantean en conversaciones entre los hermanos y el actual marido de la madre. El luto todavía no procesado por Angelina y la expectativa por la vuelta del padre se narran, por fin, con medias palabras y mucho dolor. La película tiene la dirección de Gustavo de Carvalho y se exhibe en la sección Generation, dedicada al público joven de la Berlinale.

Tiempo de espera

La coproducción de Brasil, Chile y Colombia, Atardecer en América, exhibida en la sección Generation y dirigida por Matías Rojas Valencia, es un cortometraje documental que transcurre en el Altiplano andino. En la película, Bárbara, una adolescente de 15 años, narra su travesía por una de las rutas más peligrosas de migración entre Venezuela y Chile. El título se refiere al momento del día en que los inmigrantes que huyen de la crisis venezolana para buscar una vida mejor en Chile, pueden caminar evitando ser descubiertos por la policía. Si los días son de espera y de tedio, las noches son fatigosas. El desafío también está en el clima desértico, que atormenta con un frío cortante, la sed y el hambre a quienes intentan hacer la ruta. El vasto paisaje del Altiplano y la Cordillera de los Andes como fondo transmiten la dimensión de la dificultad y la posible tragedia de quien está dispuesto a enfrentar ese camino.

Tiempo de risa

También en la sección Generation, el cortometraje de ficción colombiano Akababuru: expresión de asombro, de la directora indígena Irati Dojura Landa Yagarí, intercala animación en stop-motion con imágenes reales para invertir la narrativa de la leyenda mitológica de Karaparamia, según la cual una mujer es transformada en un animal maligno como castigo por reírse del marido. En la historia de Irati, la leyenda se cuenta de modo ligeramente distinto, ya que es una opción de la propia mujer asimilarse a las criaturas de la selva. En esta versión, la risa es una forma de libertad y de empoderamiento no violento de las niñas indígenas ante el bulling que sufren por parte de sus colegas. La película está hablada en su totalidad en el idioma de los emberá chamí, pueblo del cual el mito forma parte, y es protagonizada por una niña de ocho años. Gran parte del equipo está formado por indígenas de la región.