Berlinale 2022
Un festival no exento de preocupaciones
El programa ya se publicó y la Berlinale se encuentra en la pista de arranque. Pero provoca un cierto malestar, incluso entre los cineastas más acérrimos, el hecho de que uno de los festivales de cine más importantes del mundo tenga lugar de manera presencial, a pesar del creciente número de infecciones y de que sigamos viviendo la cotidianidad en medio de un estado de emergencia.
De Ula Brunner
Por segunda vez consecutiva, la Berlinale tiene lugar durante el apogeo de la pandemia y, una vez más, está obligando a Mariette Rissenbeek y Carlo Chatrian a gestionar la crisis. El proceso de dos etapas llevado a cabo en 2021 –una reunión digital de la industria en febrero y una Berlinale de verano para la audiencia– esta vez no representó una opción aceptable para el dúo de directores en la edición 72 de la Berlinale. Resulta comprensible, porque, en esas condiciones, el año pasado resultó casi imposible que surgiera la atmósfera propia de un festival. Con alrededor de 58.000 entradas vendidas (para 194 películas), los ingresos también estuvieron muy por debajo de los años previos a la pandemia, en los que la venta de más de 300.000 entradas consolidó la reputación de la Berlinale como el festival público más grande del mundo.
CON ESTRICTAS NORMAS DE HIGIENE, PERO DE MANERA PRESENCIAL
En cambio, la Berlinale ahora se está llevando a cabo con un “formato reducido”, con un programa adelgazado y de manera presencial. Partes del festival, como el European Film Market, se trasladarán a Internet. Pero, según Rissenbeek, solo un festival presencial puede preservar el “núcleo de la Berlinale”. Las medidas de seguridad más estrictas y una reducción a la mitad de los asientos están destinadas a evitar el contagio de los asistentes durante las proyecciones de cine. Desgraciadamente, no se considera un concepto híbrido paralelo que pueda regular el flujo de espectadores y así reducir el riesgo de infección, a pesar de las máscaras, las pruebas, las vacunas dobles y triples. Esto significa que aquéllos que no pueden o no quieren viajar a Berlín en tiempos de pandemia están en desventaja.
Entonces, tenemos que el 10 de febrero, el remake de François Ozon de Peter von Kant, de Fassbinder, con Denis Ménochet, Isabelle Adjani y Hanna Schygulla, inaugurará el festival adelgazado y la competencia oficial. Entre otros, la ganadora del premio del Oso honorífico Isabelle Huppert llevará el glamour internacional a la metrópoli alemana. Sin embargo, no se espera una asistencia importante de celebridades en la alfombra roja, especialmente porque las recepciones y las fiestas se han cancelado. La ceremonia de entrega de premios, dirigida por el presidente del Jurado, el especialista en terror M. Night Shyamalan, se ha adelantado del 20 al 16 de febrero. Posteriormente, las películas se presentarán al público durante cuatro días más.
VMUCHAS PELÍCULAS GIRAN EN TORNO A LA “FAMILIA” Y EL “AMOR”
Se presentaron 6.755 producciones para la 72ª Berlinale, de las cuales llegarán a la pantalla un total de 256 cortometrajes y largometrajes. Eso es aproximadamente una quinta parte menos que en 2020, el año en que el festival todavía pudo llevarse a cabo en condiciones normales. Esta vez, 18 películas de 17 países productores compiten por los Osos de Plata y Oro en la sección oficial, con la mayoría de las obras provenientes de Europa. “Familia” y “amor” son los temas centrales, sólo dos películas trataron explícitamente la pandemia, explicó Chatrian en la presentación del programa. Once directores ya han presentado antes sus trabajos en la Berlinale, ocho de ellos en la competencia oficial, y cinco son antiguos ganadores de Osos.PELÍCULAS ALEMANAS Y EN LENGUA ALEMANA EN COMPETICIÓN
Andreas Dresen, el gran poeta cotidiano del cine local, también ha estado varias veces ya en la competencia oficial de la Berlinale. En su obra actual, se embarca por primera vez en un terreno explícitamente político. En Rabiye Kurnaz contra George W. Bush, una ama de casa de Bremen con raíces turcas lucha por llegar a la Suprema Corte en Washington para asegurar la liberación de su hijo del campo de prisioneros de Guantánamo.Se proyectarán otras tres contribuciones de importantes directores de países de habla alemana: por primera vez después de Paraíso: Esperanza (2013), el austriaco Ulrich Seidel está de vuelta en la competencia con Rimini. Desde Suiza llega Michael Koch con A Piece of Sky y la esperada nueva película La Ligne de Ursula Meier, que celebró un éxito sorpresa con L’enfant d’en haut en 2012.