Columna sobre el lenguaje
¿Asterisco de género o guion bajo?

Illustration: Fingerzeig
¿Cómo integra la lengua alemana palabra extranjeras? | © Goethe-Institut e. V./Ilustración: Tobias Schrank

¿Cómo se nombran de modo inclusivo en alemán las diferentes identidades de género? Una cuestión que genera reacciones apasionadas.

Comienza una semana más de trabajo en casa. Es ya la cuarta de aislamiento en Berlín. En las noticias se dice que en estas semanas el número de casos de violencia contra las mujeres ha crecido de modo significativo. Por el momento, se ha dejado de debatir un tema que encendió muchos los ánimos durante los últimos tres años: las mujeres en el lenguaje y la inclusión lingüística de todos los géneros.

Desde 2017, este debate ha ocupado un lugar muy importante en la opinión pública y los medios alemanes. La redacción del Duden vio cómo le llovían preguntas, desde las más generales (“¿Es necesario todo este debate?”) hasta las más concretas (“¿Cómo puedo redactar esta frase/este texto de modo inclusivo?”). Al comienzo se trató sobre todo de la división binaria de los géneros, es decir del trato igualitario de mujeres y hombres en el lenguaje. Pero más tarde, cuando en otoño de 2017 el Tribunal Constitucional de Alemania sentenció que todas las personas debían recibir un trato adecuado, cualquiera sea la identidad de género que manifestaran tener, surgieron cuestiones muy diferentes: ¿qué tratamiento debe darse a las personas de identidades de géneros no binarios?, ¿qué pronombres usar para la referencia en el texto?, etc.

Insultos horribles y crítica positiva

Dado que era imposible responder individualmente todas esas preguntas, decidimos publicar un manual práctico. Apareció en la Feria del Libro de Frankfurt de 2017 bajo el título Richtig gendern – wie Sie angemessen und verständlich schreiben (Uso correcto de la perspectiva de género. Cómo escribir de modo adecuado y comprensible). Casi ningún otro libro de nuestra editorial provocó reacciones tan intensas como este. La gama abarcó desde críticas que valoraban el trabajo hasta agravios muy fuertes e insultos personales a los autores y redactores en las redes sociales, además de “reseñas” organizadas por el Verein Deutsche Sprache (Asociación de la Lengua Alemana) contra el manual en la Feria del Libro de Leipzig, en marzo de 2018. Un año más tarde publicamos una versión simplificada bajo el título Gendern – ganz einfach (Uso de la perspectiva de género. Rápido y fácil). Y en pocas semanas aparecerá nuestro tercer libro Handbuch geschlechtergerechter Sprachgebrauch (Manual de uso igualitario de la lengua).

Pero ¿por qué nos llegaban esos emails de odio?, ¿por qué en Amazon se posteaban “reseñas” como las siguientes del primer manual?: “No hay forma de que me atenga o me acostumbre a semejante estupidez. ¡Es muy triste tener que ver cómo esta gente, estos dos autores obedientes, que al parecer no con capaces de hacer ninguna otra cosa, prestan su ayuda no sólo para que nuestro bello país vaya desapareciendo sino también para arruinar nuestra lengua alemana!” o esta otra: “Soy incapaz de comer tanto como lo que quise vomitar al leer este libro. Estoy muy decepcionado con la editorial Duden. Deberían sacarlo del catálogo”.

Al parecer, el tema “igualdad de género en el lenguaje” hace que a algunas personas les hierva la sangre. Y no sólo en el caso de los hombres sino también en el de las mujeres. Pero ¿por qué? Probablemente, porque lo que está en juego es mucho más que unas correcciones en la superficie de la lengua... se trata de la visibilidad de las mujeres en el lenguaje y, a través de este, en el mundo concreto.

Masculino genérico, asterisco, guion bajo

El fenómeno gramatical que más enciende la disputa es el llamado masculino genérico. Esto puede ejemplificarse así: Die Ärzte behandeln die am Coronavirus Erkrankten auf einer Isolierstation (Los médicos tratan a los enfermos de coronavirus en un pabellón de aislamiento). Esta oración, con el “masculino genérico”, es, según la concepción tradicional, neutral respecto al género, pues la forma Ärzte (médicos) incluiría a los médicos y las médicas. Según concepciones más recientes, esto no es así. Y numerosos tests apoyan esta visión: ante tales frases, las personas piensan mucho más en varones que en mujeres. No nos enteramos con precisión si también hay médicas que estén trabajando. Como es dable suponer que sí, la oración sonaría mejor así: Die Ärzte und Ärztinnen behandeln... (Los médicos y médicas tratan...) Ahora hay otras formas de escribir lo mismo, como Die Ärzt*innen behandeln… o Die Ärzt_innen behandeln… Tanto el asterisco de género como el guion bajo son una representación simbólica del significado “todos”, es decir, van más allá de la denominación de hombres y mujeres. Según estadísticas actuales, parece estar imponiéndose el asterisco, pero el proceso no está concluido. Esta evolución está siendo observada por el Rat für deutsche Rechtschreibung (Consejo de Ortografía Alemana) y son grandes las expectativas de que este se pronuncie en detalle sobre el tema en su próximo informe, que presentará en 2022. En efecto, aunque el asterisco es una realidad en muchos textos, todavía no está admitido por las reglas vigentes de ortografía alemana.

Por lo demás, desde hace muchos años que los diccionarios de la editorial Duden consignan en todas las denominaciones de persona la forma masculina y también la femenina. Así la maestra está junto al maestro y la papisa junto al papa.

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