Este año el Festival de Leipzig (DOK Leipzig) entregó una Paloma de Oro en la sección AnimaDOK para la película chilena “Muerte Blanca”. Es un corto de 17 minutos que combina documental y animación, con la que su autor, Roberto Collío, quiso recrear la tragedia de Antuco mediante sensaciones y sonidos, algo que el jurado alabó especialmente.
© DOK Leipzig
“Este corto”, dice Collío, “es lo que me interesa de la animación, tanto en imagen como en sonido. Es un esfuerzo por hacer cine puro, y es mi forma de mostrar respeto por las víctimas al transformar mi película en un poema visual y sonoro”.
Se trata de la ópera prima de Roberto Collío, quien estudió cine en Buenos Aires y luego había trabajado como sonidista en otros destacados proyectos documentales, como Los castores (2014, ganadora en FICV Valdivia) o El vals de los inútiles (2013).
Sobre la motivación para crear una obra en torno a la tragedia de Antuco, señala que “vi los hechos en TV, luego seguí leyendo al respecto, porque la búsqueda de los soldados muertos duró un mes. Tiempo después leí un artículo donde montañistas hablaban de la muerte blanca, una ensoñación por hipotermia, que hace caer en alucinaciones. Esa idea se quedó conmigo. Si me comprometía con algo para una película, quería que fuera más grande que yo… Todos los que murieron nacieron el mismo año que yo; también quise desafiar la idea del documental informativo con entrevistas. Como dice Herzog, un documental no entrega información contable. Cuando la historia se transforma en datos, se relega la emoción y la gente lo va a olvidar… Estos son temas humanos, con un lenguaje que todos entendemos. Es lo que me interesaba desarrollar”.
Esto lo entendió el jurado en el Festival de Cine de Locarno, donde Muerte Blanca tuvo su estreno mundial en agosto de 2014 y ganó una mención honrosa. Después ganó el premio mayor en DOKLeipzig. “Leipzig me gustó mucho”, comenta Roberto Collío. “Era el lugar natural para ir por la sección AnimaDOK. Me gustaron mucho las instancias de diálogo con el público y Meet the director, donde la organización también se preocupa de que el diálogo sea fluido, y a la vez, mucho más reflexivo… Son conversaciones honestas que no se dan mucho en la vida cotidiana”.