Cero residuos
Que no haya desperdicios es también una solución

Con 609 kilos de residuos per cápita al año, Alemania es el quinto mayor productor de residuos del mundo. Italia, en el puesto 11, está justo por debajo de la media europea con alrededor de 499 kilos. Muchos municipios italianos fueron los primeros en Europa en unirse al movimiento Zero Waste, Cero Basura, especialmente Capannori. Ahora Kiel también se ha fijado el “objetivo de cero basura”, la primera ciudad alemana en hacerlo. ¿Cómo lograr el cambio de manera colectiva? Los pioneros de Cero Basura Rossano Ercolini y Marie Delaperrière, de Capannori y Kiel, respectivamente, intercambian ideas al respecto.

De Sabine Oberpriller

Sr. Ercolini, ¿un tip de experto para Kiel?

Rossano Ercolini: En primer lugar, tengo que decir que cuando trabajamos juntos, enseñamos y aprendemos al mismo tiempo. Nuestra historia es una historia de empoderamiento, de toma de conciencia. Esto requiere una cierta perseverancia en el sentido de nunca renunciar al propio sentido común y de no dejarse intimidar por personas que se llaman a sí mismas expertas. Nunca debemos sentirnos solos: el movimiento Zero Waste existe en todo el mundo. También hemos aprendido que es extremadamente importante no sólo decir “no”, sino también señalar alternativas.
 
Sra. Delaperrière, ¿cómo logró que Kiel perseguiera el “objetivo de Cero Basura”?
 
Marie Delaperrière: Era fácil seguir el camino de Cero Basura. Kiel se encuentra en la costa y sus habitantes son sensibles al tema del plástico en el mar. Somos una ciudad que protege el clima y una ciudad hermana de San Francisco, entonces podemos ser también una ciudad de Cero Basura. Gracias a Capannori y otras ciudades, teníamos muchos ejemplos increíbles en mente. En Kiel encontramos las puertas abiertas para esta idea y nos impresionó la cantidad de ciudadanos que participaron: no ha pasado ni un año desde la primera presentación del concepto en 2018 hasta el evento de lanzamiento, la Semana Europea para la Prevención de Residuos. Por el momento, se están preparando las primeras medidas. ¡Kiel está listo para comenzar! Capannori fue la primera ciudad de Cero Basura en Europa. ¿Cómo lograron cambiar las cosas?
 
R.E.: En la década de 1990, la región toscana quería construir dos plantas de incineración de residuos en nuestra provincia. Queríamos evitarlo. Pero nuestro problema era que no teníamos apoyo entre la población. Tuvimos una gran asamblea de 1000 personas. Pero no teníamos apoyo científico y las organizaciones ecologistas tampoco querían ayudar. Al mismo tiempo, el movimiento Zero Waste se ha desarrollado en todo el mundo y ha recibido ayuda de la oficina del ecologista Barry Commoner, quien ha logrado prevenir dos plantas de incineración de residuos en Nueva York. Nos recomendaron el profesor y activista Paul Connett. Vino a vernos y cuando habló a esta gran asamblea en nuestra provincia, nos dimos cuenta de que ganaríamos.
 
Ahora hay 315 comunidades de Cero Basura en Italia, y el movimiento se está expandiendo en Europa …
 
R.E.: Cuando ganas, todo el mundo observa lo que haces. Mientras tanto, los municipios de Cero Basura en Italia representan alrededor de 7 millones de personas. Todo el mundo quiere hablar sobre la prevención de residuos. Tampoco somos ya pioneros, pero podemos ofrecer inmediatamente soluciones individuales que se pueden implementar directamente, como desde una caja de herramientas. Es muy importante que Alemania se haya unido ahora, porque tiene tracción en Europa.
 
En Alemania circula el argumento a favor de la incineración de residuos, se dice que genera energía.
 
R.E.: Desafortunadamente, Alemania es el centro europeo de la incineración de residuos. Pero es una industria sucia, porque necesita los productos desechables, los residuos. Si no hay suficientes residuos en Kiel, entonces se importan. Inglaterra, por ejemplo, ha exportado 20 millones de toneladas de residuos en los últimos años a las plantas de incineración alemanas. No quiero asustarte, Marie, pero sé que Kiel también tiene una planta. El municipio tendrá que considerar una estrategia de salida. Desde un punto de vista ético y ecológico, no podemos permitirnos incinerar residuos. Los vertederos tampoco tienen sentido en términos de seguridad y, sobre todo, los materiales no deben terminar allí sin que se elimine su toxicidad.
 
M.D.: Sí. La política de “Waste-to-Energy “de Alemania no promueve la reducción de residuos ni la economía circular. Pero la incineración de residuos no es una fuente eficiente de energía. Queremos encontrar otros caminos y evitar tantos desperdicios, de manera que estas plantas resulten superfluas. Los instrumentos necesarios ya están disponibles en la Ley de Gestión de Residuos, que, por ejemplo, da claramente prioridad a la prevención, reutilización y reciclaje de residuos sobre la incineración. Sin embargo, alejarse de la incineración llevará tiempo. Kiel ha incluido este tema en su estrategia. Eso me parece valeroso. ¿Es realmente posible llegar a producir "cero" basura?
 
M.D.: En el ámbito privado, se trata de perseguir una visión. Nos topamos con límites porque la sociedad y los fabricantes aún no están preparados. Sólo lograremos producir “Cero Basura” cuando todos cambien su actitud hacia el consumo y el desperdicio, y cuando la política y los negocios también promuevan alternativas. Hasta entonces, Zero Waste es una visión, una esperanza. Pero soy optimista en cuanto a que es factible.
 
R.E.: Exactamente. Nuestras manos producen basura cuando mezclan los residuos orgánicos con el resto. Cuando separan los residuos orgánicos, los polímeros, el metal, el vidrio y el papel, la madera y los tejidos textiles, surgen valiosas materias primas. Esta separación de residuos garantiza que sólo el 10-15% de los residuos no sean reciclables o compostables. En Capannori, nuestro Centro de Investigación Zero Waste investiga lo que resta, por así decirlo, sin digerir en el estómago de la economía de residuos. Hemos identificado 24 productos, incluyendo encendedores desechables, pañales, recibos. En Capannori, 85 familias participan ahora en la iniciativa “Familia libre de basura”. Cada vez que llevan a pesar sus residuos no reciclables, obtienen descuentos. En promedio, estas familias generan 3,9 kilos de residuos no reciclables per cápita al año. Para los otros residentes, el promedio es de 80 kilos, que es un buen promedio a nivel nacional. Pero esto muestra cuánto se puede hacer todavía.
 
En Europa, se considera a Alemania como pionera en el reciclaje y la separación de residuos. Pero desde principios de la década de 2000, Italia ha superado a Alemania en reciclaje y produce muchos menos residuos. ¿Cómo ven el manejo de los residuos en sus países?
 
M.D.: Desafortunadamente, Alemania es uno de los campeones mundiales de la basura. Pero los alemanes no lo perciben, es un sistema de la economía de residuos bien organizado. Producimos una gran cantidad de residuos que desaparecen rápidamente de nuestro campo de visión. La separación de residuos y la promesa del reciclaje nos dejan la conciencia tranquila. Ahora se sabe que sólo se recicla una pequeña proporción. Una gran proporción se embarca como “material reciclable” y a menudo llena de basura a los países de destino.
 
R.E.: En Italia, muchos alcaldes son muy abiertos y accesibles. Los gobiernos de las regiones y el gobierno nacional, por el contrario, muestran poca sensibilidad al tema. Al correr de los años hemos comprendido lo que llamamos la Ley de Cero Basura: más participación ciudadana significa menos contaminación. Menos participación, más contaminación. Esto implica que la evitación de residuos está directamente vinculada a la democracia. Italia es ahora el miembro de la OCDE que más recicla. Durante mucho tiempo, la prosperidad de las sociedades se midió por la creciente cantidad de residuos. ¿La basura tiene que ver con la prosperidad?
 
M.D.: Estoy segura de eso. También veo esto en relación con la aceleración de nuestra sociedad. Necesitamos urgentemente tomarnos el tiempo para pensar a dónde conduce nuestro consumo. Para que se produzca un cambio, toda la sociedad debe percibir el problema y entusiasmarse por las alternativas. Pero soy optimista cuando miro el creciente interés en el estilo de vida de Cero Basura y en los movimientos ecológicos como Fridays for Future.

R.E.: Hace tiempo que la UE ha puesto en claro que el crecimiento económico debe desacoplarse del aumento de los residuos. Además, Europa es pobre en materias primas, por ejemplo, en tierras raras. Esto significa que debemos extraerlas de los residuos electrónicos, incluso más por razones de competencia internacional que por sostenibilidad y protección del medio ambiente. Esto significa que quizás por primera vez en la historia se combinan la economía y la protección del medio ambiente, basta con pensar en Cradle to Cradle...

Este concepto de economía circular prevé el uso de sustancias biodegradables o reutilizables, incluso en la industria de la construcción.

R.E.: Otro aspecto: Capannori es el centro de la industria papelera más importante de Europa. La economía de nuestra zona ha superado la crisis gracias al reciclaje. Una cosa más: Lucca y Capannori han creado 170 puestos de trabajo en transporte, reciclaje y planificación, lo que significa que “Cero Basura” fortalece la economía local, misma que también invierte localmente, invirtiendo así una revolución ecológica que no significa un retorno a la Edad de Piedra, sino en la que el tener y el ser deben estar equilibrados.
  En Italia, el concepto alemán del depósito de latas reciclables se ha discutido en los últimos años como un modelo a seguir. Pero Alemania ha debido constatar que, según los estudios, el depósito de latas no ha reemplazado al plástico de un solo uso, sino a las botellas reutilizables hechas de vidrio.
 
M.D.: Tengo una visión crítica del depósito de latas de aluminio reciclables. De acuerdo con la Ley de Economía Circular, lo reutilizable está por encima del reciclaje. Pero desde la extracción hasta el reciclaje, el ciclo de vida de las latas no es muy respetuoso con el medio ambiente, ni son 100% reciclables. Al seleccionar los materiales, también tenemos que tener en cuenta su ciclo de vida y promover de nuevo los materiales reutilizables de mejor manera.
 
R.E.: El aluminio representa una carga ambiental aún mayor que el plástico. En Italia, el sistema de reutilización se abolió a finales de los años 80 y puede pasar algún tiempo antes de que se reintroduzca. Los productos desechables son el verdadero problema. Necesitamos aumentar la vida útil de las cosas. En lugar de Black Fridays, los días de la chatarra, queremos Green Fridays, momentos en los que las personas puedan reflexionar sobre lo que compran.
 
Muchos informan que el Zero Waste es agotador al principio. Hay que cuestionarse mucho, ir más lejos a la hora de comprar.
 
M.D.: La regla más importante es no te enloquezcas con esto, míralo de manera lúdica. Soy fan de los mercados semanales y comencé a llevar mis bolsos de tela y bolsas de papel. Puedes mirar en el refrigerador y pensar en qué envases o productos alternativos hay. Siguiente paso: ¿Cuál es el mejor lugar para encontrarlos? Es un viaje, y siempre el deseo de adquirir más experiencia, de que haya “más menos”. Cualquier alternativa es una pequeña victoria. Este es un proceso que recomiendo a todos.
 
R.E.: Hoy una chica me trajo un jugo en un tetra pack, con un popote, que solía estar hecha de plástico, y ahora está hecho de cartón. Sería mejor beber de una botella reutilizable. Pero si, mientras tanto, encontramos materiales compostables y reciclables como alternativa, eso es parte de la transición. Hay cuestiones para las que tenemos soluciones ya preparadas, y otras en las que todavía estamos en la niebla. Necesitamos cambiar nuestra política y economía, y luego nuestro estilo de vida. Cuando descubrimos cosas nuevas, conocemos nuevas personas y formas de vida, se libera energía. Este es un esfuerzo que te trae satisfacción. Zero Waste es una narrativa positiva: es factible.