Cine alemán Cine de los miércoles: Herbert

Herbert © Departures Film

Mié, 02.08.2023

19:30

Goethe-Institut Perú

Dirección: Thomas Stuber, 2015, 109 min

Para Agosto hemos escogido dos películas que cuentan historias de hombres.

HERBERT (2015, 109 min.)
Dirección: Thomas Stuber
Subtítulos en español
Ingreso libre, sin inscripción


Para Herbert Stamm, quien antaño tuviera fama de ser “el orgullo de Leipzig“, sus mayores éxitos como boxeador son ya cosa del pasado. Ahora se gana la vida como cobrador y portero. Además entrena al joven y prometedor boxeador Eddy. Herbert lleva años sin ver a su hija, y a su compañera la mantiene a distancia. No hace caso a los primeros síntomas de una grave enfermedad, hasta que recibe el diagnóstico: el gigantesco individuo padece de ELA, un incurable trastorno progresivo de las motoneuronas. Herbert intenta ordenar a tiempo los escombros de su vida.

Más sobre la película

En algún momento la vida de Herbert Stamm se descarrió. El gigantesco individuo, quien antaño fuera un exitoso boxeador conocido como “el orgullo de Leipzig”, se gana la vida desde hace tiempo como portero y brutal cobrador. Tiene el tórax cubierto de tatuajes, predominando uno que hace referencia a Torgau, la antigua y desprestigiada cárcel de la RDA. Además, Herbert prepara al talentoso joven boxeador Eddy para su primera lucha por el título.

Herbert lleva años sin ver a su hija Sandra, y a su compañera Marlene la mantiene a distancia, como boxeador precavido. Junto con su amigo, el tatuador “Specht“ (pájaro carpintero), sueña con una gran travesía en bicicleta por la legendaria “Route 66” en EE UU. Pero los síntomas de una seria enfermedad se agudizan cada vez más. Herbert ya no puede seguir ignorándola y recibe un fulminante diagnóstico: padece de ELA, un trastorno incurable de las motoneuronas. A un hombre como él, que toda su vida confió más en sus músculos que en su cabeza, esta noticia debe afectarle duramente – sobre todo porque ya no puede desempeñar sus antiguos empleos ni tampoco cumplir como entrenador. “Herbert proviene de un ambiente donde la gente vive pendiente del cuerpo y sus señales físicas, de los músculos, los tatuajes y el lenguaje corporal. Pero este cuerpo es también una coraza tras la cual Herbert encierra dentro de sí todas las heridas y negligencias, los errores cometidos.” (Thomas Stuber). Herbert opone furiosa resistencia a la enfermedad; pese a sus crecientes trastornos motrices, no se deja ayudar; cuando Marlene le consigue una silla de ruedas mediante el seguro de salud, se indigna. Rehúsa admitirse a sí mismo y a los demás que su vida está definitivamente en ruinas.

Antes de que definitivamente sea demasiado tarde, Herbert intenta reconciliarse con su hija y se entera de que entretanto es abuelo. Sandra lo desaira varias veces, reprochándole que antaño abandonara brutalmente a la familia; eso fue cuando Herbert tuvo que ir a la cárcel. Ahora se empecina en intentar reparar lo sucedido. Le envía dinero a Sandra, que ella se niega a aceptar. Incapacitado también del habla desde hace tiempo, la llama por teléfono. Ella lo rechaza de nuevo, aceptando únicamente las fotos del pasado. Herbert ingresa a un asilo de ancianos, finalmente sólo puede comunicarse por medios electrónicos y se entera de que su nieta Ronja debe su nombre a una ida al cine de padre e hija juntos. Esto no es suficiente para lograr una reconciliación. “No estamos narrando un cuento de hadas. ¡No hay remedio!”, aclara el director.

Si bien HERBERT cuenta de un ex boxeador que aun después de la carrera deportiva sobrevive a duras penas – la película va mucho más allá del género de “películas de boxeo”. Se trata de la historia de un hombre al margen de la sociedad. Al principio aun está en constante movimiento, es incansable y violento. La filmación acentúa esta inquietud mediante el abundante uso de la cámara de mano y creando imágenes muy rápidas. La luz permanece reducida, durante largo tiempo las escenas surten un efecto tenebroso, y los colores picantes recuerdan el Orwocolor, el material que la DEFA solía utilizar para sus películas en color. Recién hacia el final, mientras más se aproxima Herbert a su muerte, las imágenes se van aclarando, son más agradables y lentas.

La intensidad y credibilidad de la puesta en escena también se debe al protagonista Peter Kurth, quien en 2016 fue galardonado por su actuación con el Premio Alemán de Cinematografía – como también lo fue HERBERT como la mejor película.

Por Hans Günther Pflaum 02.02.2017

 

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