Miki Yui  “En la selva sentía que estaba volviendo a casa”

Selva tropical, Manaos.
Selva tropical, Manaos. © Miki Yui

La artista y compositora japonesa Miki Yui indaga cómo la escucha puede volverse una acción ecológica al entretejer en su obra el ambiente, el sonido y la narración.

Miki Yui se formó en bellas artes en Japón. En 1994, habiendo recibido una fuerte influencia de la obra de Joseph Beuys, se mudó de Tokio a Düsseldorf. Allí, durante los años noventa, descubrió la escena emergente de la música electrónica alemana, que amplió sus horizontes artísticos. Mientras estudiaba performance, video y cine con Nan Hoover en la Academia de las Artes de Düsseldorf, se dio cuenta de que trabajar con sonido la inspiraba más que las imágenes, y esto la llevó a continuar sus estudios en arte de medios en Colonia.

A partir de 1997 se concentró en composiciones electroacústicas, instalaciones de sonido y performances, y lanzó su primer álbum solista small sounds en 1999. Desde entonces ha lanzado ocho álbumes solistas y ha trabajado en diferentes ámbitos, desde radios a espacios de instalaciones. Para Yui, la obra surge a través del diálogo con el material para buscar crear –a través del dibujo, el sonido o la música– ambientes que activen la imaginación.

Durante los últimos años sus investigaciones adquirieron un mayor compromiso con temas ecológicos, y Yui comenzó a explorar la comunicación entre las especies, la relación entre humanos y plantas y el papel de la escucha en cuanto práctica ecológica.

¿Piensas que tu bagaje cultural japonés influye sobre tu relación con el silencio, el espacio o la naturaleza en el sonido?

La cultura japonesa está arraigada en mí, y eso influye en el modo en que siento y entiendo el mundo. En cierto modo, la relatividad, el sentido de ma (el intervalo espacial o temporal) está presente en mi obra. Yo crecí en Tokio y las experiencias de mi niñez están muy marcadas por un contexto urbano. Paulatinamente, gracias a mi vida en Düsseldorf, adquirí un sentido de las plantas y del medio ambiente natural.

Recientemente, tu interés se volcó hacia la naturaleza y has investigado la comunicación entre especies. ¿Cómo entiendes ese proceso?

En 2018, con el apoyo del Goethe Institut São Paulo, participé del programa de residencias artísticas LabVerde, en Manaos, en la selva tropical amazónica. En la selva sentí que estaba volviendo a casa, volviendo a la selva que había en lo profundo de mí. Tras esa experiencia, el impacto devastador de los humanos en el medio ambiente se convirtió en algo muy palpable.

Simultáneamente a mi trabajo como artista sonora, comencé investigaciones artísticas recolectando y registrando historias muy íntimas de personas que viven y trabajan en correspondencia con la naturaleza. Antes había hecho investigaciones sobre cuestiones parecidas en Hengchung (Taiwán) y Abruzzo (Italia).

Cuando me preparaba para la residencia Vila Sul en el Goethe-Institut Salvador en 2024, conocí el árbol Palo Brasil y la historia de la Mata Atlántica, que sufrió severos daños, desde mediados del siglo XVI, durante el período colonial. El alcance de la destrucción me impresionó mucho. Entonces decidí explorar la relación entre seres humanos y árboles en Bahía, particularmente en el caso de árboles que están en peligro de extinción. La degradación del ecosistema de los manglares es un problema global causado por la contaminación de las aguas, la agricultura, la infraestructura y el cambio climático. Mis investigaciones en Vila Sul dieron como resultado un pieza de sonido llamada “Plantas na Bahia” (Plantas en Bahía), en la que quince personas comparten sus historias particulares con una planta.
Selva tropical, Manaos.

Selva tropical, Manaos. | © Miki Yui

Creo en el poder de la narración de historias. La voz de una persona no sólo narra una historia sino que también revela, de modo sutil, muchos aspectos de la vida. Esas historias de Bahía estaban enlazadas con sonidos electrónicos y los sonidos que yo había recogido en diferentes lugares. Yo invito al público a escuchar esas historias en modo contemplativo. Es el mejor modo de sentir la vida interconectada en el medio ambiente

Actualmente, desde la ecología se habla a menudo de crisis. ¿Piensas que escuchar es un acto ecológico?

¡Sí! Escuchando aprendí a reconectarme con otras especies  y con el medio ambiente. Mi abordaje es poético y no científico. A través de mi obra intento aumentar el potencial de escucha. La escucha puede activar nuestra imaginación y nuestra empatía al abrir nuestros sentidos a los lenguajes misteriosos de las especies y de lo que hay en el medio, al hacernos sentir las conexiones dentro de esa vida interconectada. Invito al público a descubrir otra forma de escuchar, a que vean que ellos mismos están como participantes dentro de la música de su medio ambiente.

Tú también has participado de un proyecto en Costa del Cabo, Ghana, en el que investigaste el papel de la música en la democracia. ¿Puedes hablarnos un poco del proyecto?

Invitados por la Beethoven Stiftung y el Soundforum Bonn, Stefan Schneider, un artista y músico que vive en Düsseldorf, y yo, fuimos convocados para investigar cómo el sonido modela la comunidad y cómo la comunidad modela el sonido.La investigación tuvo lugar en 2023 y 2024 en Accra y en Costa del Cabo, donde entrevistamos personas de distintos campos que trabajan en servicio de la comunidad: un crítico cultural, un ensayista, personas de una estación de radio comunitaria, periodistas, académicos y maestros del tambor. Grabamos canciones de pescadores y sus ceremonias fúnebres, e hicimos registros de campo. A través de las historias que recogimos pudimos conocer más sobre la sociedad, el modo en que mantienen viva la tradición y descolonizan las estructuras para construir una comunidad sustentable.
Samaúma, Brasil.

Samaúma, Brasil. | © Miki Yui

Por último, ¿qué estás escuchando ahora que pueda encontrar un camino a tu próxima obra?

La casa de la residencia en Salvador estaba ubicada en el centro de la ciudad; el ruido continuo del tráfico era muy predominante. Durante un tiempo me sentí molesta por ese ruido denso y constante. A través de la escucha activa pude descubrir diferentes capas de acontecimientos vivos en medio del ruido del tráfico. Cuando el sol salía, no solo se oían las aves y los animales, también el tráfico y las actividades humanas se transformaban. Podía sentir la continua metamorfosis del paisaje sonoro en la selva urbana.

Con seguridad el paisaje sonoro y las historias de Bahía formarán parte de los próximos trabajos. Ahora estoy trabajando en algunas obras encargadas para crear composiciones multicanales. En octubre, presentaré una pieza nueva en el GRM de París. Y el año que viene lanzaré otra instalación multicanal para una estación de metro de Düsseldorf.

El programa de residencias artísticas VILA SUL se creó en 2016 y sigue una orientación temática, cuyo eje central es el “Sur”. A partir de esto, cada año se definen pilares fundamentales, como “Patrimonio Africano/Poscolonialismo”, “Desarrollo Urbano” y “Sostenibilidad” (2023 y 2025). En 2026, el programa se centra en el tema “Fábricas Narrativas – Tejidos de Historias”.

https://www.goethe.de/ins/br/pt/sta/sal/res.html

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