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Columna sobre el lenguaje
Puntuación

Ilustración: Signo de exclamación en una burbuja de discurso púrpura
Los signos de puntuación son importantes, pero están sobrevalorados. | © Goethe-Institut e. V./Ilustración: Tobias Schrank

En cuanto a su tamaño y distribución en la estructura de las oraciones, los signos de puntuación son las unidades más pequeñas. Pero incluso una comita puede cambiar el significado de una oración entera.

De Sharon Dodua Otoo

¿Acaso ese punto y coma fue un guiño coqueto o solo mala puntuación?
(Azadeh Aalai)


Conozco a muy pocos alemanes que no crean que la puntuación es extremadamente importante. Sí, en Reino Unido tenemos el excelente libro Have You Eaten Grandma?: Or, the Life-Saving Importance of Correct Punctuation, Grammar, and Good English, de Gyles Brandeth. Y, sí, en inglés hay formas establecidas de usar las comas. Pero, para ser honesta, la mayoría de los británicos las consideran —citando al capitán Barbossa de Los piratas del Caribe— "más guías que reglas de verdad". (Eso no es cierto, sí hay reglas, pero solo los amantes más estrictos de la gramática saben qué hacer con las comas en inglés. El resto de nosotros las ponemos en una oración, cada vez que sentimos que necesitamos respirar). La puntuación alemana es una cosa mucho más seria.

La coma salva a la abuela

Sigamos con la coma. La broma sobre cómo puede salvar vidas también funciona en alemán. Un éxito atemporal es: “Komm, wir essen, Oma!” contra “Komm, wir essen Oma!” (básicamente, la primera oración invita a la abuela a comer y la segunda invita a otras personas a comérsela). Y las comas siempre se usan en las oraciones relativas. Así que, por ejemplo, cada vez que se da información adicional sobre un sustantivo, siempre se separa con comas. En inglés no siempre es necesario. (Queridos intensos de la gramática, ya sé que aquí estoy hablando de las oraciones relativas explicativas y especificativas). En alemán hay muchas reglas para las comas, y aunque todavía no las domine, agradezco su claridad y en general siento que puedo usarlas correctamente, lo que no puedo decir de mi uso de comas en inglés.

Sin embargo, sí tengo una queja. ¿Qué hicieron con los números en alemán? ¿Por qué ocho euros con noventa y nueve centavos se escribe así: 8,99 €? ¿Por qué los números alemanes tienen comas donde se usan puntos en inglés? ¿Cuál es la lógica para escribir el número mil así: 1.000? ¿Cómo surgió eso? ¿Y hay posibilidad de derogarlo? Casi cuarenta años después de que me lo enseñaran, sigo indignada. Y sigo confundiendo mi cuenta de banco alemana en línea todo el tiempo.

¡Usa más emojis!

Más que nada, navegar entre el alemán y el inglés me ha hecho descubrir que la puntuación está sobrevaluada. Claro que es importante. Pero hay individuos que nunca dominarán la gramática o la ortografía, y no deberíamos ridiculizarlos por su forma de expresarse por escrito (te hablo a ti, querido comentador de redes sociales, que se fija en la forma y no en el fondo. Los disléxicos dicen que se te nota el capacitismo). Pero incluso a una oración perfectamente puntuada le puede faltar información esencial, que expresamos con entonación, lenguaje corporal y contexto. Quienes se sientan atraídos por la univocidad pueden caer en una falsa sensación de seguridad, cuando ven las comas bien puestas. De hecho, me pregunto si los emojis no serán mucho más importantes de lo que pensamos para la comunicación escrita. A mí por lo menos me encantaría verlos convertirse en parte de la gramática, tanto en inglés como en alemán.

Conclusión

Tomar algunos sustantivos, algunos pronombres, unos cuantos adverbios y adjetivos y juntarlos, hacerlos bola y lanzarlos contra la pared para que reboten. Eso hacía Norman Mailer. Eso hacía James Baldwin, y Joan Didion, y eso es lo que yo hago... es lo que quiero hacer.
(Maya Angelou)

Como escritora literaria y ensayista, me divierto mucho manipulando y torciendo el lenguaje, para expresar ideas y pensamientos que mucha gente tiene, pero para los que no tiene palabras. Para mí, la gramática es una herramienta, con la que puedo hacer más preciso mi lenguaje, y lo agradezco profundamente. Sin embargo, en serio creo que la verdadera magia de la escritura ocurre cuando conoces las reglas de un idioma lo suficiente como para romperlas. Es entonces cuando salen chispas.

Espero que hayan disfrutado leer mis columnas sobre gramática (alemana), aunque sea la mitad de lo que disfruté escribiéndolas.
 

Columna sobre el lenguaje

En esta columna nos dedicamos regularmente al lenguaje como fenómeno cultural y social. ¿Cómo se desarrolla una lengua? ¿Qué relación tienen los escritores y escritoras respecto con “su” lenguaje? ¿Cómo marca el lenguaje a la sociedad? Diferentes columnistas –vinculados profesionalmente o de otro modo al lenguaje–, exploran su tema personal en seis entregas seguidas.

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