Ciclo de cine
El asado de Satán

Dir. Rainer Werner Fassbinder, 112 min., 1975/76

Goethe-Institut Mexiko

La crisis identitária, vital y artística de un poeta, antiguamente de izquierdas hasta que perdió sus utopías, y quien ahora se cree que es Stefan George, un famoso poeta alemán del pasado. Pese a que Fassbinder la calificó en su día de comedia, se trata en realidad de una de sus películas más llenas de amargura, acidez y desesperación.

"Se trata de una comedia, la historia de un artista actual, de hoy en día, llamado Walter Kranz. Antiguamente escribía poemas preciosos, pero un día le dió por meterse en política, como poeta eso es, y compuso odas a Cuba; ahora lleva dos años sin poder escribir y ya no sabe qué opinar de todo ello. Un día escribe un poema muy bonito y resulta que otro poeta alemán, Stefan George, ya lo había escrito antes, exactamente el mismo poema. Lo que causa que Kranz entre en una gran crisis de identidad. Empieza a identificarse con Stefan George. Resulta que George tenía un círculo de discípulos, que era para quiénes en realidad escribía sus poemas, y luego se los leía. Walter Kranz también quiere tener discípulos. La cosa se vuelve ridícula, ya que se ve obligado a contratar a actores para que le escuchen, y además tiene la mala suerte de que Stefan George era un tipo de aspecto muy ascético, mientras que él es gordo. Tiene también muchos problemas con las mujeres, pasa por una fase fascista, ya que cree que el fascismo es la única ideología verdadera y que existen dos clases de hombres: los que mandan y los que se dejan oprimir. Hace experimentos con su hermano, que está loco; total, que pasan muchas cosas, en la película pasa un montón de cosas, me acabo de dar cuenta ahora ..." (Rainer Werner Fassbinder, 1976)

Uno de los muchos sucesos en SATANSBRATEN (ALGO ASI COMO "PILLO", LITERALMENTE "ASADO DE SATANÁS") constituyen los más bien ridículos esfuerzos eróticos del protagonista, el cual, en búsqueda constante de fuentes de ingresos, intenta hacer chantaje a una prostituta y acaba recibiendo una paliza de los matones de ésta. También hay dos asesinatos, que al final se revelan como puro golpe de teatro. Más real es la muerte de Luisa, la esposa enferma del poeta, a la cual éste ejecuta sin necesidad de utilizar para ello un arma. Sin embargo, el puesto de la difunta no lo ocupará más tarde la ingénua admiradora, la chica de pueblo entregada en cuerpo y alma al artista, sino la amiga campechana, cuyo matrimonio acaba de hacerse trizas. Y el poeta fracasado resurgirá de sus cenizas con una nueva y prometedora novela.

SATANSBRATEN es junto con IN EINEM JAHR MIT 13 MONDEN la película más difícil y también la más personal de Fassbinder. Aun cuando su autor y realizador califica la obra de comedia, un tono general sarcásticamente amargo y en ocasiones cínico domina la historia y su puesta en escena bastante drástica también en sus motivos sexuales. Por tanto que Wolfgang Kranz parezca monstruoso y al mismo tiempo rídiculo con sus fallidos intentos de ser un poeta - hubo un tiempo en el que áquel era realmente un poeta y al final consigue escribir por lo menos un libro que sus editores estiman prometedor. Fassbinder narra fragmentos de la biografía de un artista, y en este contexto se presenta naturalmente la cuestión de las raíces autobiográficas de la película. En opinión de muchos críticos, en la época de su realización, a mediados de los años setenta, Fassbinder atravesaba "su" fase de crisis, llegando algunos incluso a vaticinar que el cineasta se había desgastado tanto desde sus comienzos, que ya no se había de esperar ninguna obra trascendental de su parte. Al menos en este punto se aprecia una similitud con el escritor que ya no sabe qué escribir.

Fassbinder mismo hablaba en 1976 de nexos con su vida personal "Es un intento relacionado con muchas cosas que me afectan también a mí como persona; relacionado con mi reacción cuando leo un periódico, con la actitud que adopto hacia determinados asuntos, o cuando trato con gente que habla como si aún estuviéramos en 1968 y las reacciones que provoca en mí, la ira que se apodera de mí en esos momentos y que a veces me produce ganas de decir: 'Estos gilipollas, áquello no puede haber sido en realidad más que una gran mierda, si estos imbéciles aún siguen estando tan apegados a ello, o apegados a ello de esa manera, tan obtusa, y sin haber sacado ninguna conclusión'. La rabia que me dan, que consigo refrenar una y otra vez, ya que me digo que voy por el camino acertado. A partir de este conglomerado de sentimientos y pensamientos intento narrar una historia clara."

Que al final, la película no haya salido tan "clara" como pretendía su autor y director, sino más bien profundamente desgarrada tanto en argumento como tono, podría ser precisamente la consecuencia de la implicación emocionalmente contradictoria de Fassbinder: Detrás de la rabia con la cual relata su historia se aprecia su pavor a llegar a parecerse a su protagonista tanto en sus relaciones humanas como en su labor de artista. SATANSBRATEN es también el producto de una desesperación combatida a ultranza a la cual se mezclan ocasionalmente elementos histriónicos. La obra también evidencia por supuesto los leitmotivs que han caracterizado a Fassbinder desde su primer largometraje: En primer lugar la relación existente entre el dinero y algo que aparenta ser el amor, pero que en realidad está sometido sin remedio a los mecánismos del poder, la represión y la humillación. En la película figuran además los motivos visuales típicos en el lenguaje cinematográfico de Fassbinder, los espejos esencialmente, cuyos marcos y límites restringen y cortan por la mitad a los personajes, recalcando así otra vez más su desgarramiento interior y su deshecha identidad. De este modo, también la megalomanía de Walter Kranz asume a la postre un matiz igual de rídiculo que trágico: "Ya no me quiero", dice a su novia Lisa, "quiero a Stefan George. ¡Ergo soy Stefan George!"

Lo que Fassbinder no ha querido admitir en su crítica del aferramiento inquebrantable y ciego a los ideales de la generación del 68, es el miedo al vacío que podría generar la desaparición de las utopías de la izquierda: Kranz deriva lentamente hacia el fascismo, mientras que su editor loa la novela finalmente escrita como "epos salido de las cloacas de la condición humana". Así, esta feroz película contiene asimismo una cierta dosis de exorcismo, como si, con ella, Fassbinder hubiera querido liberarse como artista de un destino que temía para sí mismo.
 

Detalles

Goethe-Institut Mexiko

Tonalá 43
Roma Norte
06700 Cuauhtémoc, CDMX

Idioma: Alemán con subtítulos en español
Precio: Entrada libre

+ 52 55 52070487 Jenny.Muegel@Mexiko.goethe.org
Evento del ciclo Primaveras revoltosas

Auditorio Altana, Tonala 43, Col. Roma, 06700 Ciudad de México