Saša Stanišić
Saša Stanišić nace en 1978 en Bosnia y Herzegovina. A los catorce años huye de la guerra civil con su familia a Alemania. Con su primera novela Wie der Soldat das Grammofon repariert (Cómo el soldado repara el gramófono), se da ampliamente a conocer. El libro se traduce a más de treinta idiomas. Imágenes fantásticas y recuerdos cercanos a lo onírico tienen en esta novela un papel central.
Stanišić ha sido distinguido, entre otros, con el Premio Adelbert von Chamisso, el Premio Alfred Döblin, y el Premio de Literatura de Rheingau.
Obras traducidas al castellano y al catalán:
Cómo el soldado reparó el gramófono;
Com el soldat repara el gramòfon
Stanišić ha sido distinguido, entre otros, con el Premio Adelbert von Chamisso, el Premio Alfred Döblin, y el Premio de Literatura de Rheingau.
Obras traducidas al castellano y al catalán:
Cómo el soldado reparó el gramófono;
Com el soldat repara el gramòfon
Saša Stanišić nace en 1978 en Visegrado, en Bosnia y Herzegovina. A los catorce años huye de la guerra civil con su familia a Alemania. Tras el bachillerato, primero estudia alemán como lengua extranjera y filología eslava en Heidelberg. Entre 2004 y 2006 estudia en Leipzig, en el Instituto Alemán de Literatura. Saša Stanišić vive en Hamburgo.
En 2005 Stanišić gana el Premio Kelag en el concurso Ingeborg Bachmann. En 2006, con su primera novela Wie der Soldat das Grammofon repariert (Cómo el soldado repara el gramófono), se da ampliamente a conocer. El libro se traduce a más de treinta idiomas. Imágenes fantásticas y recuerdos cercanos a lo onírico tienen en esta novela un papel central. Los primeros años de infancia en Bosnia, el estallido de la guerra, la huida, una nueva vida en Alemania, la lengua extranjera, el regreso a Bosnia al finalizar la guerra, son sobre todo las impresiones y perspectivas de la infancia lo que el autor traslada a la nueva lengua y al mundo de los adultos. El atractivo de la novela reside en las numerosas y confusas historias que recuerdan algo casi arcaico, en parte son ficticias y en parte autobiográficas.
También Vor dem Fest (2014) resulta un éxito. En ella Stanišić elabora la crónica de una alejada aldea del distrito de Uckermark, en el estado federal de Brandeburgo. Su novela conforma un mosaico de los habitantes del pueblo, en el que coinciden viejos de toda la vida con recién llegados, muertos y vivos, artesanos, jubilados y mitológicas figuras en el paro con camisetas de fútbol. Todos pretenden llevar a cabo una misión antes que comience la fiesta. En 2016 aparece el conjunto de relatos Fallensteller. Se trata de historias sobre gente que hace trampa, gente que se deja engañar, gente que se libera –en la guerra o en el juego, haciendo trampas y trucos, con humor y valor.
Saša Stanišić ha sido distinguido, entre otros, con el Premio Adelbert von Chamisso (2008), el Premio Alfred Döblin (2013), y el Premio de Literatura de Rheingau (2016).
Copyright: Goethe-Institut Barcelona
Texto: Ilka Haederle/ Traducción: Rosina Nogales Tudela
En 2005 Stanišić gana el Premio Kelag en el concurso Ingeborg Bachmann. En 2006, con su primera novela Wie der Soldat das Grammofon repariert (Cómo el soldado repara el gramófono), se da ampliamente a conocer. El libro se traduce a más de treinta idiomas. Imágenes fantásticas y recuerdos cercanos a lo onírico tienen en esta novela un papel central. Los primeros años de infancia en Bosnia, el estallido de la guerra, la huida, una nueva vida en Alemania, la lengua extranjera, el regreso a Bosnia al finalizar la guerra, son sobre todo las impresiones y perspectivas de la infancia lo que el autor traslada a la nueva lengua y al mundo de los adultos. El atractivo de la novela reside en las numerosas y confusas historias que recuerdan algo casi arcaico, en parte son ficticias y en parte autobiográficas.
También Vor dem Fest (2014) resulta un éxito. En ella Stanišić elabora la crónica de una alejada aldea del distrito de Uckermark, en el estado federal de Brandeburgo. Su novela conforma un mosaico de los habitantes del pueblo, en el que coinciden viejos de toda la vida con recién llegados, muertos y vivos, artesanos, jubilados y mitológicas figuras en el paro con camisetas de fútbol. Todos pretenden llevar a cabo una misión antes que comience la fiesta. En 2016 aparece el conjunto de relatos Fallensteller. Se trata de historias sobre gente que hace trampa, gente que se deja engañar, gente que se libera –en la guerra o en el juego, haciendo trampas y trucos, con humor y valor.
Saša Stanišić ha sido distinguido, entre otros, con el Premio Adelbert von Chamisso (2008), el Premio Alfred Döblin (2013), y el Premio de Literatura de Rheingau (2016).
Copyright: Goethe-Institut Barcelona
Texto: Ilka Haederle/ Traducción: Rosina Nogales Tudela
TRADUCIDO AL CASTELLANO
Cómo el soldado reparó el gramófono
Trad. de Richard Gross
Alfaguara, Madrid 2008
TRADUCIDO AL CATALÁN
Com el soldat repara el gramòfon
Trad. de Jordi Jané-Lligé
Edicions Proa, Barcelona 2008
EN LENGUA ALEMANA
Novelas
Vor dem Fest
Luchterhand, München, 2014
Wie der Soldat das Grammofon repariert
Luchterhand, München 2006
Narraciones
Fallensteller
Luchterhand, München 2016
Obras de teatro
Go West - Eine Familie wandert aus
Schauspielhaus Graz, 2008
Radionovelas
Träum! Traum. Traumata:
Hessischer Rundfunk, 2005
Cómo el soldado reparó el gramófono
Trad. de Richard Gross
Alfaguara, Madrid 2008
TRADUCIDO AL CATALÁN
Com el soldat repara el gramòfon
Trad. de Jordi Jané-Lligé
Edicions Proa, Barcelona 2008
EN LENGUA ALEMANA
Novelas
Vor dem Fest
Luchterhand, München, 2014
Wie der Soldat das Grammofon repariert
Luchterhand, München 2006
Narraciones
Fallensteller
Luchterhand, München 2016
Obras de teatro
Go West - Eine Familie wandert aus
Schauspielhaus Graz, 2008
Radionovelas
Träum! Traum. Traumata:
Hessischer Rundfunk, 2005
Nacido el 7 de marzo de 1978 en Višegrad, Bosnia-Herzegowina
1992 | Huida a Alemania |
Bachillerato; Estudios superiores de Filología Eslava | |
y Alemán como lengua extranjera en Heidelberg | |
2004 | Segunda titulación en el Insituto de Literatura de |
Leipzig; tésis sobre fútbol y literatura | |
desde 2004 | Actividad como escritor autónomo |
2005 | Premio del público Kelag del Concurso Ingeborg |
Bachmann | |
Beca residencial en la Villa Waldberta | |
2006 | Beca Grenzgänger de la Fundación Robert Bosch; |
Premio de Literatura Heinrich Vetter de la ciudad de | |
Mannheim | |
2007 | Escritor de la ciudad de Graz |
2008 | Premio Adelbert von Chamisso |
Premio de reconocimiento del Premio de Literatura | |
Heimito von Doderer | |
2010 | Beca del Fondo Literario Alemán |
2013 | Premio Alfred Döblin |
2014 | Beca Escritor de la ciuadad Feuergriffel |
para literatura infantil y juvenil de Mannheim | |
Premio de la Feria del Libro de Leipzig para | |
Vor dem Fest | |
Reside en Berlín |
De: Cómo el soldado reparó el gramófono
Lo que una parada cardíaca tarda en correr cien metros, cuánto pesa una vida de araña, por qué mi tristón escribe al río cruel, y las mañas de mago que se da el camarada jefe de lo inacabado
El abuelo Slavko me medía la cabeza con la cuerda de tender de la abuela, me estaba haciendo un sombrero de mago, un sombrero picudo de cartulina, y me dijo: en realidad, yo todavía soy demasiado joven para estas tonterías y tú, demasiado viejo.
Me estaba haciendo un sombrero de mago con estrellas amarillas y azules que arrastraban colas en azul y amarillo, mientras yo tijereteaba una hoz de luna y dos cohetes triangulares, uno tripulado por Gagarin, otro por el abuelo Slavko.
Abuelo, ¡con ese sombrero no iré a ninguna parte!
¡Eso espero!
En la mañana del día en cuya noche murió, el abuelo Slavko me talló una varita mágica a partir de una rama y dijo: en el sombrero y en la varita se esconde un poder mágico; si llevas el sombrero y agitas la varita, serás el mago de atributos más poderoso de los países no alineados. Podrás revolucionar muchas cosas, siempre y cuando lo hagas conforme a las ideas de Tito y en consonancia con los estatutos de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia.
Yo dudaba de la magia, pero no dudaba de mi abuelo. El don más precioso es el de la invención; la mayor riqueza, la de la fantasía. Recuérdalo, Aleksandar, dijo el abuelo seriamente cuando me puso el sombrero, recuérdalo siempre e imagínate este mundo más bello. Y me entregó la varita. Yo ya no dudaba de nada.
Acostumbra la gente a ponerse triste de vez en cuando a causa de los muertos. En nuestra familia esto sucede cuando se juntan el domingo, la lluvia, el café y la abuela Katarina. Entonces la abuela bebe a sorbitos de su taza favorita, la blanca con el asa agrietada, llora y recuerda a todos los muertos y las buenas cosas que hicieron antes de que la muerte se cruzara en su camino. Hoy la familia y los amigos han venido a casa de la abuela porque estamos recordando al abuelo Slavko, muerto desde hace dos días con carácter provisional y hasta que yo encuentre mi varita mágica y mi sombrero.
Cómo el soldado reparó el gramófono, p. 13-14
Trad. de Richard Gross
© Alfaguara, Madrid 2008
Lo que una parada cardíaca tarda en correr cien metros, cuánto pesa una vida de araña, por qué mi tristón escribe al río cruel, y las mañas de mago que se da el camarada jefe de lo inacabado
El abuelo Slavko me medía la cabeza con la cuerda de tender de la abuela, me estaba haciendo un sombrero de mago, un sombrero picudo de cartulina, y me dijo: en realidad, yo todavía soy demasiado joven para estas tonterías y tú, demasiado viejo.
Me estaba haciendo un sombrero de mago con estrellas amarillas y azules que arrastraban colas en azul y amarillo, mientras yo tijereteaba una hoz de luna y dos cohetes triangulares, uno tripulado por Gagarin, otro por el abuelo Slavko.
Abuelo, ¡con ese sombrero no iré a ninguna parte!
¡Eso espero!
En la mañana del día en cuya noche murió, el abuelo Slavko me talló una varita mágica a partir de una rama y dijo: en el sombrero y en la varita se esconde un poder mágico; si llevas el sombrero y agitas la varita, serás el mago de atributos más poderoso de los países no alineados. Podrás revolucionar muchas cosas, siempre y cuando lo hagas conforme a las ideas de Tito y en consonancia con los estatutos de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia.
Yo dudaba de la magia, pero no dudaba de mi abuelo. El don más precioso es el de la invención; la mayor riqueza, la de la fantasía. Recuérdalo, Aleksandar, dijo el abuelo seriamente cuando me puso el sombrero, recuérdalo siempre e imagínate este mundo más bello. Y me entregó la varita. Yo ya no dudaba de nada.
Acostumbra la gente a ponerse triste de vez en cuando a causa de los muertos. En nuestra familia esto sucede cuando se juntan el domingo, la lluvia, el café y la abuela Katarina. Entonces la abuela bebe a sorbitos de su taza favorita, la blanca con el asa agrietada, llora y recuerda a todos los muertos y las buenas cosas que hicieron antes de que la muerte se cruzara en su camino. Hoy la familia y los amigos han venido a casa de la abuela porque estamos recordando al abuelo Slavko, muerto desde hace dos días con carácter provisional y hasta que yo encuentre mi varita mágica y mi sombrero.
Cómo el soldado reparó el gramófono, p. 13-14
Trad. de Richard Gross
© Alfaguara, Madrid 2008
Fallensteller
Ahondar de manera cariñosamente irónica en formas de vida extranjeras e insólitas, y vestirlas con lengua propia, ya se trate de campesinos en Uckermark, de pastores en los confines de la civilización europea o de un empleado kafkiano insistente, es la tarea de este escritor. No es un profesional del simple retrato como hay tantos, sino un etnólogo literario, y esto es excepcional.
Wolfgang Schneider, Deutschlandradio Kultur 2016
Vor dem Fest
Vor dem Fest es un relato histórico que abraza desde la Edad Media hasta nuestros días, tejido con fábulas y noticias de las crónicas. Un libro sobre guerra, saqueos, “procedencia, patria, hobby, Hitler, esperanza, Hartz IV [todos ellos sustantivos que en alemán empiezan con h], sobre héroes, que no siempre pueden ser héroes, porque siempre hay otras cosas que hacer. Saša Stanišić, el experimentado conservador de la historia, despierta a la vida un lugar cerrado, describe su belleza, tragedia, vacuidad y fuerza. Un libro como pocos. Hábil en cuanto a política; obra maestra en cuanto a estilo. Vor dem Fest es un alegato a favor del ser humano, de los animales, de la naturaleza, desposeído de cualquier ilusión y, a pesar de su presunta exageración, absolutamente cierto.
Verena Auffermann, Die Zeit 2014
Cómo el soldado reparó el gramófono (Wie der Soldat das Grammofon repariert)
El autor reúne historias de las más increíbles atrocidades, combina elementos que ya nunca pueden resultar en una imagen coherente. Trata de volver a un país donde ya no hay camino de vuelta. Porque ha desaparecido lo que un día allí dejó. Imágenes, personas y una confianza en el mundo que se ha perdido, para siempre. Y con todo ello, Saša Stanišić cuenta también la historia de cómo se convierte uno en narrador, en escritor, de cómo, entre historias de idilios y horrores, se crea la imagen de un país que ya no existe. Y de una guerra que parece haber sido casi olvidada.
Volker Weidermann, Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung 2006
Ahondar de manera cariñosamente irónica en formas de vida extranjeras e insólitas, y vestirlas con lengua propia, ya se trate de campesinos en Uckermark, de pastores en los confines de la civilización europea o de un empleado kafkiano insistente, es la tarea de este escritor. No es un profesional del simple retrato como hay tantos, sino un etnólogo literario, y esto es excepcional.
Wolfgang Schneider, Deutschlandradio Kultur 2016
Vor dem Fest
Vor dem Fest es un relato histórico que abraza desde la Edad Media hasta nuestros días, tejido con fábulas y noticias de las crónicas. Un libro sobre guerra, saqueos, “procedencia, patria, hobby, Hitler, esperanza, Hartz IV [todos ellos sustantivos que en alemán empiezan con h], sobre héroes, que no siempre pueden ser héroes, porque siempre hay otras cosas que hacer. Saša Stanišić, el experimentado conservador de la historia, despierta a la vida un lugar cerrado, describe su belleza, tragedia, vacuidad y fuerza. Un libro como pocos. Hábil en cuanto a política; obra maestra en cuanto a estilo. Vor dem Fest es un alegato a favor del ser humano, de los animales, de la naturaleza, desposeído de cualquier ilusión y, a pesar de su presunta exageración, absolutamente cierto.
Verena Auffermann, Die Zeit 2014
Cómo el soldado reparó el gramófono (Wie der Soldat das Grammofon repariert)
El autor reúne historias de las más increíbles atrocidades, combina elementos que ya nunca pueden resultar en una imagen coherente. Trata de volver a un país donde ya no hay camino de vuelta. Porque ha desaparecido lo que un día allí dejó. Imágenes, personas y una confianza en el mundo que se ha perdido, para siempre. Y con todo ello, Saša Stanišić cuenta también la historia de cómo se convierte uno en narrador, en escritor, de cómo, entre historias de idilios y horrores, se crea la imagen de un país que ya no existe. Y de una guerra que parece haber sido casi olvidada.
Volker Weidermann, Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung 2006