Novela policiaca infantil y juvenil
¡Cuidado, suspenso!

La literatura de suspenso es cada vez más popular entre niños y jóvenes.
La literatura de suspenso es cada vez más popular entre niños y jóvenes. | Foto (formato adaptado): Die drei !!! (Los tres !!!), Editorial Kosmos

Las historias de detectives y las novelas policiacas son cada vez más populares entre niños y jóvenes. Lo importante es que haya suspenso. Una visión panorámica de las novedades y de los éxitos de siempre en la literatura infantil y juvenil.

De Marlene Zöhrer

Casi 90 años después de que se publicara por primera vez, Emil und die Detektive (Emil y los detectives), de Erich Kästner, se encontró en el verano de 2018 en la lista de bestsellers de la revista Spiegel. La popularidad de esta historia de niños detectives se ha mantenido inquebrantable hasta hoy. Al mismo tiempo, la presencia de este clásico arroja la interrogante de qué más tiene qué ofrecer el mercado de libros alemán en la actualidad por lo que a historias criminales infantiles y juveniles se refiere.
 
En la sección de libros infantiles también se encuentran, por ejemplo, Achtung, Dinos! (¡Atención, dinosaurios!), un volumen de la serie Die drei ??? Kids (Los tres ??? Kids), de Boris Pfeiffer y Ulf Blanck. Y es que un gran número de las historias criminales y de detectives se publican en forma de series en el mercado de libros infantiles. Con frecuencia son continuaciones o adaptaciones para diferentes edades de series populares que se encuentran en el mercado desde hace años sino es que desde hace décadas. En este caso, por ejemplo, la versión para niños de Die drei ??? (Los tres ???). Para las niñas existe la serie equivalente Die drei !!! (Los tres !!!). Y para lectores un poco mayores, una novela gráfica de aventuras con el título Die drei ??? Das Dorf der Teufel (Los tres ??? El pueblo de los demonios).

Imprescindibles desde hace décadas en los libreros de los adolescentes: la serie de Die drei ??? (Los tres ???) tiene entretanto numerosas derivaciones.
Imprescindibles desde hace décadas en los libreros de los adolescentes: la serie de Die drei ??? (Los tres ???) tiene entretanto numerosas derivaciones. | Foto: © Kosmos Verlag
Por si fuera poco, están también las traducciones al alemán de estupendas series policiacas. Por ejemplo, para los lectores más pequeños, los casos del Comisario Gordon, de Ulf Nilsson y Gitte Spee. Para niños un poco mayores, las emocionantes historias de Quién lo hizo, agencia de detectives, de Martin Widmark y Helena Wills. O, para los jóvenes, Flavia de Luce, de Alan Bradley, y la serie de Robin Stevens Wells & Wong, de la cual se publicó el cuarto caso en marzo de 2018: Jolly Foul Play.Aunque también la multipremiada y talentosa pareja de investigadores Rico y Óscar, quienes no pocas veces han sido considerados los sucesores del Emil de Erich Kästner, han vivido ya su cuarta aventura en Rico, Oskar und das Vomhimmelhoch (Rico, Óscar y el Aleluya), de Andreas Steinhöfel. Y Thabo. Detektiv und Gentleman (Thabo. Detective y caballero), el héroe de la serie policiaca africana de Kirsten Boie, resolvió ya tres emocionantes casos y es de esperarse que siga apareciendo en más historias de detectives en Suazilandia – también en forma de audiolibro, para la estación alemana NDR. 
 
En su primer libro infantil Die Bratwurstzipfel-Detektive und das Geheimnis des Rollkoffers (Los detectives de la punta de la salchicha frita y el misterio de la maleta rodante), Jens Steiner, en la tradición de las mejores series policiacas infantiles y con tono ligero, lanza a una variopinta banda a buscar pistas en un sistema de túneles secretos bajo una ciudad que los entendidos sabrán reconocer como Zúrich. Por otra parte, el creador de las gustadas aventuras oseznas del Dr. Brumm, Daniel Napp, hace que sus lectoras y lectores lo acompañen a un salón de belleza para contarles Sieben haarsträubende Fälle für Kommissar Hummel (Siete espeluznantes casos del comisario Hummel). Con la investigación de un caso actual como telón de fondo –alguien robó varios botes de aerosol para el cabello–, tres pequeños hermanos escuchan atentamente al peluquero Pellepau, quien sólo les corta el cabello a sus clientes si al mismo tiempo les puede contar historias, en verdad bastante espeluznantes.
La paleta temática de las novelas policiacas infantiles y juveniles es muy amplia, y va desde enloquecidas cacerías de gángsters hasta el robo de latas de aerosol para el cabello. | Fotos: © Oettinger (Thabo), Carlsen (Rico), Rowohlt rotfuchs (Ravioli), Ravensburger (Bratwurstzipfel), Boje (Kommissar Hummel), Nilpferd (Stunk)
La paleta temática de las novelas policiacas infantiles y juveniles es muy amplia, y va desde enloquecidas cacerías de gángsters hasta el robo de latas de aerosol para el cabello. | Fotos: © Oettinger (Thabo), Carlsen (Rico), Rowohlt rotfuchs (Ravioli), Ravensburger (Bratwurstzipfel), Boje (Kommissar Hummel), Nilpferd (Stunk) | Foto: © Oettinger (Thabo), Carlsen (Rico), Rowohlt rotfuchs (Ravioli), Ravensburger (Bratwurstzipfel), Boje (Kommissar Hummel), Nilpferd (Stunk)
En el caso del pequeño narrador en primera persona –Lenni, de diez años– en Das Ravioli-Chaos oder Wie ich plötzlich Held wurde (El caos de los ravioles o de cómo me convertí súbitamente en héroe), de Katja Raider, la acción sucede en un supermercado. Y aunque sus talentos no basten para hacer carrera en el Departamento de Policía –en el que Lenni y su mejor amigo Walz solicitaron trabajo–, sí que son suficientes para lograr un poquito de fama, gracias a una peculiar forma de impedir que se castigue al malhechor, lo cual se nos cuenta con mucha gracia. También en el libro de Fritz Fassbinder Rocky, die Gangster und ich oder wie Mathe mir das Leben rettete (echt jetzt!) (Rocky, los gángsters y yo, o cómo Matemáticas me salvó la vida (¡en serio!)) dos amigos llevan a cabo la investigación en un caso francamente difícil. Aunque, en esta historia, uno de los dos es un perro policía declarado no apto para el servicio. Rocky y Félix se alternan para contarnos de su encuentro con los gángsters, de un secuestro y de cómo Matemáticas a veces sí puede servir para algo. 
 
En la literatura juvenil el suspenso resulta cada vez más importante: "Zartbittertod" (Muerte amarga), de Elisabeth Herrmann.
En la literatura juvenil el suspenso resulta cada vez más importante: "Zartbittertod" (Muerte amarga), de Elisabeth Herrmann. | Foto: © cbj
Mientras que los libros infantiles le apuestan a historias de pandillas, a una narración llena de humor o, como en el caso de la novela policiaca ecológica para primeros lectores de Melanie Laibl y Maria Karipidou, Stunk in Waldstätten – Ein Fall für Robin Spatz (Algo huele mal en Waldstätten: Un caso para Robin Gorriona), una investigadora del mundo animal, los libros juveniles pueden ser verdaderamente sombríos. Y con mucho suspenso. Por ejemplo, cuando en el libro Zartbittertod (Muerte amarga), de Elisabeth Herrmann, se rastrean oscuras historias familiares y de pronto una tarea de investigación para la escuela de periodismo se convierte en la investigación de un asesinato con un trasfondo político.

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