2000–2003 | 99 min.
Yo no conozco a ninguno (Ich kenn keinen – Allein unter Heteros)

Szene aus dem Film „Ich kenn keinen - Allein unter Heteros“
Szene aus dem Film „Ich kenn keinen - Allein unter Heteros“ | (Ausschnitt) © Galeria Alaska Productions / Jochen Hick

De Wieland Speck

YO NO CONOZCO A NINGUNO
(Ich kenn keinen – Allein unter Heteros)

Dirección: Jochen Hick | Alemania 2000–2003 | 99 minute| Color
Idioma: Alemán con subtítulos en inglés
Formato de préstamo: Digibeta, Betacam SP, DVD, 35mm, ab Herbst 2019 Blu-Ray und DCP
Distribución: Galeria Alaska Productions

ICH KENN KEINEN (YO NO CONOZCO A NINGUNO), de Jocken Hick (2003). Hick viaje a la provincia suaba, en el sur de Alemania, para averiguar: ¿realmente algunos gays han logrado establecerse en ese lugar o han huido todos hacia las ciudades debido a la hostilidad o a la estrechez de miras de sus familias provincianas? Cuando Hick le pregunta a la gente, la respuesta es: “Yo no conozco a ninguno”. Ante su insistencia, se muestra que esto no es verdad. Y se despliega un caleidoscopio de los estados de ánimo entre gays y heterosexuales que revela mucho acerca de los procesos sociales y que puede resultar ejemplar para la observación de toda cultura, sin importar si es en Suabia o en cualquier otra parte del mundo: los principios son los mismos. Pero esto no es sólo horrible, también resulta divertido e infunde valor. (Película documental.)
 
Por comparación: ¿Cómo les fue a los hombres gays en la RDA? “Unter Männern – Schwul in der DDR“  (“Entre hombres – Ser gay en la RDA”), de Markus Stein y Rösener Ringo (2012), indaga con competentes testigos de la época tanto el floreciente underground como el rechazo social que todo individuo no heterosexual debe dejar de lado, incluso en el socialismo, antes de que sea posible llevar una vida consciente y autodeterminada. Todo esto en condiciones sociales que, por cierto, eran marcadamente más liberales que en Alemania Occidental.
 
Como programa de contraste se recomienda una película musical: la producción estadounidense “Hedwig And The Angry Inch” (“Hedwig y la pulgada furiosa”), de John Cameron Mitchell (2001) provoca de manera regular grandes accesos de entusiasmo cuando se le presenta en Berlín. El autor es hijo de quien fuera comandante de las fuerzas armadas estadounidense en Berlín. Creció en Berlín durante la época punk, y a partir de esa socialización crea la historia de Hansel, quien al estar tomando un baño de sol en Berlín Oriental es seducido por un soldado afroamericano. Pero para poder casarse y llevar a Hansel con él a Berlín Occidental, es necesaria una pequeña adaptación de sexo, la cual los médicos de Berlín Oriental, desgraciadamente, hacen muy mal. Para la boda es suficiente. ¿Pero qué queda entonces del sueño del Occidente Dorado? Durante años se le presentó de manera exitosa como obra de teatro en el Off-Broadway neoyorkino, con el autor y director en el papel principal –lo mismo que en la película–, y en Berlín la versión para los escenarios teatrales (en inglés) también fascinó al público durante muchos meses.

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