Las raíces de la amistad
Árboles de Austria en el Park Güell
En el Park Güell, no lejos de la entrada principal, a la derecha de la escalinata con sus famosas fuentes, se encuentran los Jardines de Austria. Este espacio verde fue creado en la década de 1960 por el arquitecto paisajista Lluís Riudor i Carol, después de que se abandonara la idea original de una urbanización privada para los ciudadanos ricos de Barcelona por no encontrar suficientes interesados. En cambio, todo el complejo fue declarado parque público.
UNA DONACIÓN DE ÁRBOLES DE AUSTRIA
Pero los jardines no recibieron su nombre hasta 1977, debido a una donación de árboles hecha por Austria a Cataluña en el marco de la exposición Viena en Barcelona. Cuatro años después, en 1981, se plantó aquí un cedro.
Se supone que simboliza las raíces de la amistad catalano-austriaca, como podemos leer en una piedra conmemorativa. Fue donada por el vicegobernador de Estiria, Franz Wegart, de Graz.
UN PINO DE MARIAZELL
Además de Graz, Mariazell es otro municipio de Estiria que ha plantado un árbol. Mariazell es el lugar de peregrinación más famoso de Austria y peregrinos de todo el mundo visitan la iglesia de peregrinación católica romana con el santuario mariano Magna Mater Austria, que también está representado en la losa de piedra. Por cierto, junto con Fulda, en Alemania, y Einsiedeln, en Suiza, Mariazell es uno de los tres lugares de peregrinación de los países de habla alemana inmortalizados en una vidriera de la Sagrada Familia.
SALZBURGO Y KRITZENDORF
Aunque el abeto de la vecina provincia de Salzburgo haya crecido torcido y ladeado, esto no debe restarle valor a la inquebrantable amistad.
En 2011 llegó a Barcelona el último árbol procedente de Austria: un cerezo de la Baja Austria. Así al menos tres de los nueve estados federales están representados en el Park Güell. Los árboles de los otros estados federales o bien nunca se plantaron o aún no se han encontrado.
Por cierto
En la construcción de los dos espectaculares pabellones situados a la derecha y a la izquierda de la entrada principal, Gaudí combinó técnicas tradicionales de albañilería con elementos prefabricados suministrados por la fábrica de cemento de Güell. El llamado trencadís -el trabajo de mosaico hecho de discos de cerámica rotos y porcelana- cubre las superficies del techo con una flexibilidad ilimitada y se vuelve como escamas, como si fuera algo orgánico, como el caparazón de un animal o la corteza de un árbol. La impresión de vida se ve reforzada por las chimeneas en forma de hongos, que dan a las casas un aspecto onírico y de cuento de hadas. De hecho, podríamos pensar que estamos frente a la cabaña de la bruja del cuento Hansel y Gretel.Es muy posible que Gaudí se inspirara en el cuento: La ópera homónima de Engelbert Humperdinck se representó en el Teatre de Liceu en 1901, año en que se construyeron los dos pabellones. La traducción fue realizada por Joan Maragall, amigo común de Gaudí y Eusebi Güell.
Fuentes:
Art Públic
Park Güell
© texto: Ulrike Fiedler, Annette Gutmann, traducción: Cristina Molina